Una vez más, el gobierno de la provincia de Buenos Aires y el municipio de Tandil protagonizaron cruces y encontronazos por las medidas y restricciones aplicadas en el marco de la segunda ola de coronavirus. Esta semana el distrito bonaerense retrocedió a fase 2 y el intendente Miguel Lunghi aseguró: "Si no cumplimos con las reglas de Provincia, no vamos a poder pedir derivaciones". La frase enojó al ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollan, quien le pidió al jefe comunal no recurrir a "mentiras ni golpes bajos". 

"Intendente Miguel Lunghi: jamás este gobierno provincial lo condicionó", escribió el titular de la cartera sanitaria en su cuenta de Twitter. "Al contrario, apoyamos siempre a Tandil, a pesar de su resistencia a aplicar medidas de cuidado. Ese acompañamiento quedó claro en mi reciente visita", agregó. 

Finalmente, Gollan le pidió a Lunghi seguir "trabajando unidos, sin mentiras ni golpes bajos" al negar que el gobierno de la Provincia hubiera condicionado al municipio con la imposibilidad de realizar derivaciones. 

El intendente de Juntos por el Cambio avaló el retroceso de fase en el esquema de aislamiento, social, preventivo y obligatorio dispuesto por la administración de Axel Kicillof, pero le envió una carta al gobernador pidiendo que no se suspendan las clases presenciales. 

Además, durante una conferencia de prensa el jefe comunal sostuvo: "Nosotros no vamos a poder hacer derivaciones si no cumplimos con las normas de provincia. Si no cuando necesitemos una derivación nos van a decir que no porque no estamos cumpliendo con las restricciones" .

"Cuando bajemos los indicadores, y las camas estén liberadas, podremos pedir flexibilizaciones", agregó.