La ley Impositiva Fiscal del 2024 que envió el gobernador Axel Kicillof a la Legislatura Bonaerense incluye un fuerte ajuste en el impuesto inmobiliario, que tendrá aumentos para los contribuyentes de entre 140 y 300%, de acuerdo al texto de ley que sería tratado esta semana en la legislatura.

Tal como informó Diagonales, Kicillof no tendrá un Presupuesto para el 2024, sino que prorrogará el de 2023 producto de la falta de proyecciones sobre las principales variables macroeconómicas por parte Nación, como inflación, nivel de actividad económicatransferencias a la provincia y recorte de subsidios.

El proyecto establece topes progresivos de crecimiento del gravamen respecto al año anterior, los cuales son ascendentes a mayor patrimonio: el 90% de los contribuyentes tendrá aumentos iguales o menores al 200% y el 10% restante tendrá subas del orden del 300%, se estima. Los nuevos valores entrarían en vigencia desde el 1° de enero.

En el caso del impuesto Inmobiliario se promueve mantener el valor real del tributo ante el escenario de incertidumbre respecto al devenir de las variables macroeconómicas.

El gobernador reelecto presentó un proyecto en el que se detallan las actualizaciones y topes de crecimiento para el impuesto inmobiliario. Las modificaciones incluyen ajustes en el impuesto inmobiliario urbano edificado, con topes progresivos de crecimiento del gravamen y aumento de la base imponible. 

Para el impuesto inmobiliario urbano edificado, se establecen diferentes escalas de base imponible, con cuotas fijas que varían según el monto de la misma. Por ejemplo, la escala menor de base imponible es de 0 a 1,8 millones de pesos, con una cuota fija de $1.820, mientras que la escala más alta es a partir de los $152 millones de pesos, con un costo fijo de 2,8 millones de pesos. 

Además, se establecen topes de incremento para el impuesto a pagar en 2024, según la base imponible correspondiente a ese año. Por ejemplo, se fija un tope de 140% para inmuebles con base imponible de hasta $5.054.912, y un tope de 300% para inmuebles cuya base imponible sea superior a $31.465.000 y hasta $121.800.000. 

En el impuesto inmobiliario baldío, se actualiza la base imponible en la misma magnitud que en el edificado, mientras que en el impuesto inmobiliario rural se mantiene la misma lógica que en el edificado, con topes progresivos de crecimiento del gravamen y aumento de la base imponible. Estas propuestas se han girado al parlamento provincial para su consideración y eventual aprobación.