Los trabajadores del ministerio de Desarrollo Social de la la provincia de Buenos Aires han definido a la sede de 55 entre 6 y 7 como un "nuevo Cromañón" debido al grave deterioro edilicio que han denunciado, que incluye la falta de insumos básicos como computadores, hasta el cierre de salidas de emergencia y oficinas destrozadas.

A esto se suma la instalación reciente del Sistema de Acceso Biométrico (SAB) que incluyó el despliegue de cámaras de seguridad, barreras y molinetes para "reforzar la seguridad en el edificio", hecho que provocó el repudio de los trabajadores  que denuncian el serio deterior estructural del lugar. "Colocaron luces de emergencia atadas con precintos del machimbrado metálico del hall y sensores de humo a batería cuando ni siquiera reemplazan los tubos de luz quemados que fueran retirados hace meses", expresaron desde la junta interna de ATE en el lugar, que vienen poniendo el problema sobre la mesa desde hace meses.

En tanto, todas las miradas apuntan contra la figura del ministro Santiago López Medrano, a quien exigen respuestas para resolver las delicadas condiciones estructurales en que se lleva adelante el trabajo diario.  La tensión aumentó cuando personal del Programa Autonomía Joven, que desarrollan su tarea en un edificio ubicado en calle 66 y 9 de La Plata, dieron a conocer los serios problemas en sus instalaciones. A través de las redes, denunciaron "oficinas totalmente destrozadas y sin las computadoras e instrumentos de trabajo cotidianos".

El gremio está en alerta y ahora evalúan una reunión inminente con la omisión Jurisdiccional del Comité Mixto de Salud y Seguridad en el Empleo Público (CoMiSaSEP), y exigir que tomen cartas sobre el asunto. 

Cabe señalar que la instalación de molinetes para "controlar" la entrada y salida de personas comenzó en el Organismo Provincial de Niñez y Adolescencia, lugar que ya ha sido escenario de reclamos por problemas edilicios y laborales.