Hacia fines de noviembre, e incluso durante los primeros días de diciembre, se hablaba de que la segunda ola de contagios podría llegar en el mes de marzo. Sin embargo, a medida que van avanzando los días, ese nuevo pico parece cada vez más cerca. Hace tres semanas que las cifras diarias de casos confirmados de coronavirus no paran de crecen y las autoridades sanitarias expresan preocupación por la falta de cuidados en una parte importante de la población

En ese marco, el gobierno nacional busca evitar las grandes aglomeraciones con nuevas restricciones que no afecten fuertemente a la actividad turística durante la temporada de verano. De esta manera, una de las medidas que propone el Ejecutivo es el “toque de queda sanitario” que impide la circulación durante la noche.

Según el gobierno, la propuesta tiene el consenso de los gobernadores por lo que podría ser anunciada en los próximos días. En tanto, en la provincia de Buenos Aires, algunos municipios ya la implementaron mientras que otros intendentes expresaron su rechazo a la medida.

La localidad de Rojas estableció, ayer, una restricción a la circulación durante la noche ante el aumento de contagios dentro del distrito. Su intendente, Claudio Rossi (Juntos por el Cambio) explicó que la decisión se debe a que “el hospital está al borde de su capacidad de respuesta y los trabajadores de la salud extenuados, muchos de ellos cursando la enfermedad y no tenemos más disponibles”.

En ese sentido, agregó que tomaron “medidas para reforzar la capacidad de respuesta del sistema de salud y otras que tienen que ver con la restricción en el horario nocturno. Se podrá circular hasta las 0, excepto viernes y sábado que podrá ser hasta las 2 de la mañana”.

En el caso de la costa y los puntos turísticos, las opiniones están dividas. El jefe comunal de Villa Gesell, Gustavo Barrera, sostuvo que “si desde la Provincia plantean un toque de queda nocturno, lo vamos a apoyar, con los intendentes vamos a apoyar todas las medidas que cuiden la salud y la vida de todos los argentinos, a la Costa vienen de todo el país, y es fundamental el cuidado”, dijo en diálogo con El Destape Radio.

Alejandro Dichiaria, mandatario de Monte Hermoso, adelantó que su municipio acatará “lo que se decida” y agregó que el toque de queda sanitario contara con “apoyo en los controles por parte de las fuerzas de seguridad nacionales como Gendarmería”.

No obstante, lejos se está de un consenso, otros jefes comunales de Juntos por el Cambio como Martín Yeza (Pinamar) y Guillermo Montenegro (General Pueyrredón) ya se expresaron en contra de la propuesta de Alberto Fernández.

Según el intendente de Pinamar, la idea de un toque de queda “incrementaría el problema de la clandestinidad” porque “son las actividades prohibidas, como el entretenimiento nocturno, donde hay mayores problemas”. Además, opinó que "un toque de queda es una decisión política, no sanitaria".

Su par de Mar del Plata, aseguró que "no es necesario ir marcha atrás en las fases, el problema mayor está en los lugares donde no se puede controlar porque hay clandestinidad", advirtió. Además, Montenegro cuestionó la efectividad de la medida: "Hay que regular la actividad de recreación de los jóvenes. Por el hecho de prescribirla, los chicos no se van a quedar encerrados en la casa. Eso no va a ocurrir".

Más allá de las posturas de los jefes comunales, será el gobierno nacional quien tome la decisión, en conjunto con las provincias. Después de la reunión de hoy del Presidente con los gobernadores, el toque de queda sanitario ya parece una realidad en el futuro próximo y lo que resta es conocer los modos de aplicación y de control para que efectivamente su cumpla la medida.