Tras una semana de furia para el oficialismo, con internas, rumores de renuncias, renuncias que sí fueron, corrida cambiaria y, como frutilla del postre, el anuncio del Presidente de que no irá por la reelección, el panorama en el peronismo comienza al menos a despejarse para caminar hacia un ordenamiento que, hoy por hoy, aparece como una urgencia en los distritos bonaerenses. Y es que la indefinición de la estrategia partidaria de cara a las próximas elecciones y la falta de candidatos a partir de los cuales ordenar el trabajo en los territorios, son hoy un serio problema para los intendentes, que en un contexto de crisis económica hace revivir el fantasma de una ola amarilla como la del 2015.

Las internas que surcaron el FdT prácticamente desde el inicio del mandato llegaron al punto límite de poner a los jefes comunales ante una encrucijada: alambrar sus distritos, desentendiéndose de lo nacional con campañas municipalizadas, o intentar aportar desde sus localidades a un triunfo tanto provincial como nacional. En el peronismo bonaerense nadie quiere sacar los pies del plato, pero prima una racionalidad electoralista en la cual lo primero que se cuida es lo propio. En esa duda operan varios factores. La crisis económica, la inseguridad, la obra pública como palanca de la actividad, la necesidad de un ordenamiento político, son todas variables que hoy configuran un escenario donde los intendentes todavía no pusieron en marcha toda su maquinaria electoral y van perdiendo ventaja frente a una oposición que, aún con su interna feroz, ya comienza a pegar localmente en los distritos.

“NO TENER UN CANDIDATO PERJUDICA A TODOS LOS INTENDENTES”. 

“No tener un candidato perjudica a todos los intendentes. Todos saben quién es su candidato opositor, ellos ya están pegando carteles y nosotros no podemos arrancar” dicen a Diagonales desde un distrito del sur del Conurbano. A esa falta de definición le agregan otra variable determinante: “Necesitás si o si un candidato que arrastre, tanto de cara a la sociedad como para que la militancia quiera militar esa boleta”. La charla en cuestión se desarrolló horas antes del anuncio de Alberto Fernández de que no buscará su reelección, y la fuente de la Tercera Sección electoral descargaba su enojo con el Presidente por trabar el avance en los distritos, “Alberto es un ancla, no emociona, no genera esperanza”.

Con el Presidente fuera de competencia, ese horizonte quizás empiece a despejarse para los intendentes. En un municipio de la Primera Sección electoral dan un ejemplo ilustrativo. Al inicio del mandato, la imagen de Alberto Fernández iba casi en paralelo a la del intendente en cuestión, pero ya desde el año pasado esa tendencia se quebró y la caída de la imagen presidencial impide el despegue en lo municipal. “La imagen del gobierno municipal crece, de a poco pero crece. La gestión nacional y Alberto están cada vez peor. Si la caída de Alberto no fuera tan constante, el aumento municipal no sería tan paulatino y podría ser mayor”.

“LO QUE SOBREVUELA EN LOS DISTRITOS ES UN TEMOR A UNA NUEVA OLA AMARILLA COMO LA QUE ARRASTRÓ EN 2015 AL TRIUNFO DE CAMBIEMOS EN VARIOS MUNICIPIOS”. 

En el fondo de la cuestión, lo que sobrevuela en los distritos es un temor a una nueva ola amarilla como la que arrastró, tras la victoria de Macri y Vidal en 2015, al triunfo de Cambiemos en varios municipios. Si bien los intendentes defienden sus gestiones locales y confían en la valoración electoral de los resultados de las mismas, la necesidad de defender o al menos justificar la gestión nacional es un terreno pantanoso que puede embarrar la discusión local. Y nadie quiere atarse al panorama derrotista que se percibe en el plano nacional.

“Vas a tener que buscar un voto diciéndole a la gente ´sabemos que la inflación te come, sabemos que esto funciona mal, que la plata no te alcanza´, la campaña va a ser difícil” se lamentan en un distrito de los más próximos a CFK. En otro territorio, también identificado con el kirchnerismo, lo explican de otra manera: “vamos a una campaña casi a la defensiva, no para invisibilizar lo nacional o promover corte de boleta, pero sí esforzarnos en que los avances locales no queden oscurecidos, escondidos, eclipsados por la situación nacional. Que cuando la gente elija intendente no lo elija eclipsado por la inflación nacional”. En ese municipio entienden que habrá que pedirle un “esfuerzo” a la población: “sabemos que estás caliente con el gobierno nacional, tuvo que enfrentar muchas dificultades, pero a nivel local es esto o el macrismo”.

“ESFORZARNOS EN LA CAMPAÑA EN QUE LOS AVANCES LOCALES NO QUEDEN OSCURECIDOS, ESCONDIDOS, ECLIPSADOS POR LA SITUACIÓN NACIONAL”.

Si bien la crisis se siente, en los distritos también hay una percepción de que la actividad económica sigue y está lejos de frenarse. “En general no estamos percibiendo caída en los consumos, los negocios, shoppings, restaurantes están llenos, el sector empresario sigue tributando, no hay caída en la recaudación ni en las facturaciones, que es lo que marca los momentos recesivos como fue la pandemia” explican en la Primera Sección electoral. Para la fuente, el principal impacto de la crisis inflacionaria se da “en el humor social”, algo que sí preocupa porque puede “modificar la intención de voto, la gente vota con el bolsillo pero también por el clima de humor social, que hoy está muy enrarecido”.

Los intendentes peronistas también recuerdan, en este sentido, el ejemplo de sus adversarios de Cambiemos que tuvieron que enfrentar la elección de 2019 con una crisis económica galopante en lo nacional y sin embargo pudieron retener sus distritos. Los ejemplos de Tres de Febrero, Lanús y La Plata, con malas elecciones en las primarias que luego pudieron dar vuelta en las generales para retener las intendencias, surgen en las conversaciones con los jefes comunales del PJ casi como un salvavidas posible pensando en el turno electoral que se viene.

En torno a la cuestión económica bonaerense, en la semana se dio una polémica a partir de declaraciones de Fernando Gray, intendente de Esteban Echeverría, a raíz de un supuesto atraso en la obra pública por el cual culpaba a Kicillof y que pronosticaba que tendría un impacto electoral. Ante la consulta de Diagonales, varios jefes comunales del conurbano no coincidieron con ese planteo, y más bien destacaron la ejecución de obras y su importancia como palanca económica en el momento de crisis. “Para nosotros la obra pública es nuestro principal eje y en ese sentido estamos muy bien, con provincia y con nación, hay obras en vivienda, infraestructura, espacio público” expresaron a Diagonales en un distrito lindante con la CABA. En otro municipio también afirmaron que “las obras no se frenaron, no hubo dificultades, cuando hubo dificultades de giro de plata fueron totalmente entendibles, no son criticables”, pero también destacaron el impacto inflacionario en esa cuestión: “la inflación complica los presupuestos por los tiempos administrativos, eso es un problema”.

EL TEMA QUE SÍ PEGA MUY FUERTE EN TODOS LOS DISTRITOS ES LA INSEGURIDAD.

El tema que sí pega muy fuerte en todos los distritos es la inseguridad. “La temática más complicada que puede tener la PBA es la seguridad. Lo económico está identificado con lo nacional, pero la inseguridad es transversal y le pega a los tres niveles del Estado” reconocen en un municipio que se identifica como kirchnerista. Más al sur leen de la misma forma el problema, “lo más difícil es el tema seguridad, y eso pega a todos por igual”. Por allí pasará, sin dudas, uno de los principales ejes de campaña de la oposición y el mayor desafío de los jefes comunales del PJ.

Más allá de la crisis económica y el drama de la inseguridad, en la ronda de consultas con las que Diagonales tocó distritos de las tres secciones electorales del conurbano, la sensación es de una relativa tranquilidad de cara a las elecciones municipales. En ese sentido juegan un papel importante también las expectativas positivas en torno a la elección provincial y la performance electoral de Axel Kicillof. Si a nivel nacional es un problema la falta de definiciones y de un candidato que, de mínima, no frene el crecimiento de los intendentes, en la provincia pasa todo lo contrario y la figura del Gobernador es percibida en los distritos como algo que “tira para arriba”.

 “ESTAMOS MÁS PENSANDO EN CÓMO NUESTRO TRIUNFO PUEDE SERVIR PARA CONSTRUIR DESDE ABAJO UN TRIUNFO PROVINCIAL, QUE ES LO QUE TODOS ESTAMOS INTENTANDO”. 

“En cuanto al panorama electoral estamos confiados, no es una elección en la que creamos que estamos corriendo riesgo” dicen en una de las intendencias que vio volver a su jefe comunal luego de tomarse licencia para asumir otro cargo. “Estamos más pensando en cómo nuestro triunfo puede servir para construir desde abajo un triunfo provincial, que es lo que todos estamos intentando” agregan.

Más al sur, en el corazón de la Tercera Sección electoral, también se muestran tranquilos, “cada vez que medimos la evaluación que los vecinos hacen de la gestión, el resultado es bueno”. En la otra punta del conurbano, cerca de un intendente que irá por su reelección, sostienen que “el gobierno de Alberto es mejor que el de Macri, en derechos, reactivación económica, índices laborales, no es un gobierno indefendible”. Pero rápidamente aclaran “si logramos que la sociedad decida su voto local en virtud de lo que pasó localmente creo que tenemos la elección ganada por lejos”. En otro distrito, también de la Primera Sección, lo dicen con más crudeza: “nuestra prioridad es retener nosotros, si las otras elecciones se pierden y eso genera una renovación, será lo que tenía que pasar”.

Otro factor de indefinición que dificulta el ordenamiento en los territorios tiene que ver con la dudas sobre si habrá o no PASO, tanto a nivel nacional como provincial, e incluso en algunos distritos. Ayer, el Consejo del PJ nacional no avanzó estructuralmente en esa definición, pero al menos puso una fecha concreta y cercana: el 16 de mayo se realizará el congreso partidario que deberá delinear el marco de alianzas electorales, es decir, ratificar la pertenencia al FdT, y en el que se discutirá la cuestión de las PASO.

A la salida del Consejo, que duró tan solo unos 15 minutos y tuvo un clima distendido tras la renuncia previa de Alberto Fernández a su reelección,  Axel Kicillof dejó en claro que persisten posiciones diferentes en torno a las internas. “Desde mi punto de vista, el deseo es encontrar candidatos de consenso y unidad, o una PASO, será producto de esa estrategia. Hemos tenido buenas y malas experiencias” dijo el Gobernador, que también se refirió a una posible interna en la Provincia, expresando que “si alguien quiere presentarse, vamos a competir”. Esta tarde, Victoria Tolosa Paz reunirá su tropa bonaerense en Ensenada para un plenario de su espacio, Camino a la Victoria, en lo que muchos leen como un lanzamiento de su candidatura a gobernadora para competir con Kicillof, con el evidente apoyo de Alberto Fernández.

En el video con el que anunció que no competirá electoralmente, el Presidente dejó una defensa de las PASO como herramienta de reordenamiento partidario igual de clara que su decisión de no ir por la reelección. La declinación de su candidatura no significa, para el primer mandatario, aceptar el dedo o la lapicera de CFK y La Cámpora como el criterio rector de la conformación de listas.

Esto abre el interrogante sobre cuán armónica será esa discusión al interior del PJ y si se podrá llegar a un saldo común o las diferencias se dirimirán en las urnas, con el consecuente riesgo de una campaña agresiva entre las distintas opciones que pueda presentar el partido. En este sentido, en un municipio neurálgico para el peronismo vuelven a retrotraerse al 2015 de la ola amarilla para plantar un alerta: “en el PJ bonaerense nadie quiere internas después de lo que fue la experiencia de las PASO entre Aníbal Fernández y Julián Domínguez, que fue sangrienta y nos llevó a una derrota histórica”. Habrá que ver si todo el peronismo hace propia esa mirada, surgida del entorno de uno de los principales jefes comunales del PJ, o si las diferentes líneas del partido se medirán en agosto para discutir la conducción hacia adelante. En los distritos, por las dudas y sin sacar los pies del plato, ya preparan los postes y el alambre.