El 2023 electoral ya sobrevuela el país y comienzan a emerger discusiones que pueden convertirse en el centro de la agenda de los próximos meses. Quizás la más clara tiene que ver con una eventual suspensión de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias, aquella herramienta que el kirchnerismo diseñó tras la derrota electoral del 2009 y entró en funcionamiento por primera vez en los comicios de 2011 con los grandes resultados ya conocidos. Hoy, esa instancia que nació de la necesidad de ordenarse del peronismo y que fuera tan criticada por la oposición, es más defendida por sus históricos detractores que por sus ideólogos y siembra debates profundos en ambas coaliciones.

Ya son dos las provincias argentinas que suspendieron las PASO para el año que viene. San Juan lo hizo en diciembre a través de su Legislatura provincial, la decisión fue judicializada por una parte del propio peronismo que responde al ex gobernador Gioja, pero en julio la justicia falló en segunda instancia a favor de la suspensión decidida por el actual Gobernador, Sergio Uñac. En Salta, por su parte, a fines de agosto la Cámara de Senadores provincial aprobó una ley por la cual se suspenden de forma excepcional las primarias. En ambos casos la elección provincial estará separada de la nacional.

Hoy el foco está puesto en el debate sobre una posible suspensión de las PASO en Chubut, proyecto impulsado por el Gobernador Mariano Arcioni y que cuenta con el aval político de la UCR provincial. Los principales referentes del PRO se metieron de lleno en el tema, ante lo que consideran un “cambio de reglas de juego” que, en lo político, afecta su condición de socio mayoritario en JxC. Macri, Larreta y Vidal tuitearon contra la posibilidad de que se eliminen las primarias en la provincia del sur, y el que no dejó pasar la oportunidad para posicionarse en la interna opositora fue Gerardo Morales, lanzado a su candidatura presidencial, quien salió al cruce de Mauricio Macri planteando que “tendría que decirle a sus dirigentes que dejen de entorpecer y denostar al radicalismo en Chubut”.

Este panorama nacional alrededor de las PASO sirve para poner sobre la mesa el nudo de la cuestión. Independientemente del espíritu original de la medida, esta instancia hoy se constituye más en un ordenador de las coaliciones que en una herramienta percibida como un derecho democrático por la sociedad. En ese sentido, el rumor de pasillo que se dejó correr sobre una posible suspensión a nivel nacional, con la excusa de ahorrar recursos en tiempos de crisis y ajuste económico, puso más en tensión a JxC, que se vería obligado a dirimir sus fuertes diferencias de forma interna, que a un oficialismo donde hoy por hoy parece estar más alineado tras el objetivo de supervivencia.

PERONISMO BONAERENSE

En la discusión sobre una posible suspensión de las PASO hay que tener en cuenta que, generalmente, siempre resultan más útiles para las oposiciones que para los oficialismos. Es por eso que, tanto gobernadores como intendentes, prefieren un escenario de rosca y uso de la lapicera para confeccionar las listas y ordenar sus territorios. Sin embargo, hoy por hoy la cuestión no aparece tan sencilla en suelo bonaerense, la madre de todas las batallas electorales y donde los jefes comunales juegan un papel central.

Consultados por Diagonales, los entornos de tres intendentes oficialistas de la Tercera Sección electoral, principal usina de votos peronistas y kirchneristas, tuvieron miradas algo diferentes pero coincidentes en un punto: hay poco tiempo de acá a las elecciones para una discusión política tan potente como la que implicaría una suspensión de las PASO. “Es inviable, es una discusión que lleva mucho tiempo, ya viene el mundial, las fiestas y después ya arranca la campaña” dicen en un populoso distrito del sur del conurbano. “En 40 semanas tenemos las elecciones, habría que lograr un acuerdo con el radicalismo y no creo que se animen a eso” agregan para graficar la cuestión.

Otro intendente peronista concuerda con lo forzado que resultaría un debate como ese, pero reconoce al mismo tiempo que “las gestiones locales tenemos mejor imagen que la nacional y la provincial, en ese sentido una suspensión de las PASO podría servir para consolidar las gestiones locales sin desgastarse en una interna”. Más allá de eso, el jefe comunal pone el foco en otro lado “acá lo que hay que fortalecer y lo que hace ganar las elecciones es la gestión”.

En otro de los distritos populosos del sur, de esos que inclinan la balanza electoral, afirman que la posibilidad de alcanzar acuerdos sin unas PASO es un escenario que al peronismo le conviene. “Nadie en el peronismo quiere ir a una interna después de lo que fue la PASO 2015 entre Aníbal Fernández y Julián Domínguez” dicen, y agregan una imagen bien gráfica: “sin las PASO los intendentes descorchan champagne”.

Pero la mirada según la cual la eliminación de las primarias sólo afectaría a JxC no es tan compartida en el peronismo bonaerense, donde también se reconoce un estado de situación en el que las PASO pueden ser una necesidad. “El problema de armar listas sin las PASO es que dejás afuera a un montón de heridos” explican en el entorno de un intendente fuerte del conurbano. Para contextualizar la idea es preciso tener en cuenta las distintas tribus que pueblan el territorio bonaerense, entre las que hay que contar al peronismo tradicional, a La Cámpora, al massismo y a los movimientos sociales. Con este mapa de actores con intereses propios y las tensiones históricas entre ellos, las PASO son una herramienta que puede llegar a ser la única forma de alinear a todos los jugadores tras una misma propuesta.

Por otro lado, un aspecto no menor es el tiempo que el oficialismo ganaría con una eventual eliminación de las PASO. “Son tres meses que tenés para lograr resultados y llegar a las generales con un salario más recuperado, mejor poder adquisitivo de la población, etc.” explican en el entorno de un jefe comunal oficialista. “Es un dilema muy fuerte” sintetizan en relación a la conveniencia o no de suspender las primarias el año que viene.

RADICALISMO Y PRO

En la otra vereda las posiciones están algo más claras. Aunque tienen entre sí una interna feroz, el PRO y los radicales obtuvieron un rédito enorme de las PASO en 2021 y hoy las primarias abiertas les aparecen casi como la única manera de elegir candidaturas sosteniendo su alianza. “Creo que no sería saludable suspender las PASO por varios motivos más allá de si circunstancialmente sirve para uno u otro. Suspender sería explicar porque quienes las instalaron, años después, las sacan. En contextos donde abundan coaliciones son un mecanismo ordenador. A mí me parece que sería un retroceso institucional” dice a Diagonales un intendente radical con peso propio en el Foro de Intendentes Radicales provincial.

“No estoy de acuerdo con la suspensión de las PASO. Nosotros en JxC tenemos varias candidaturas de diferentes partidos, y tendríamos que ir a una interna partidaria inviable porque tampoco están afiliados todos nuestros votantes” afirma otro jefe comunal radical del interior de la provincia. El intendente reconoce que, con una eventual  suspensión, “a nivel local, aquellos que quieran ir por una reelección probablemente no tengan discusión, pero el problema nos lo trae a nosotros a nivel nacional y provincial porque va a ser muy difícil encontrar la forma de dirimir nuestros candidatos”.

Por otro lado, desde el radicalismo aportan una clave política importante a nivel provincial: “para una suspensión se tendría que modificar la Ley a nivel nacional y la provincia tendría que modificar la ley por la cual se adhirió. Ahí es posible que en Nación consigan los votos para hacerlo pero en la provincia va a ser complicado” explica un intendente.

En el PRO se aferran a las PASO como una herramienta indispensable para seguir ejerciendo su hegemonía al interior de Juntos. Con la emergencia de la figura de Facundo Manes y los votos que cosechó, más la presión que ejerce a nivel nacional Gerardo Morales con el apoyo de gobernadores radicales, el partido de Mauricio Macri ve por primer vez desde la conformación de cambiemos un cuestionamiento real a su poderío interno en la coalición. Las PASO, tal como fueron en 2021, pueden ser el instrumento con el cual alinear al radicalismo y la Coalición Cívica tras sus candidatos sin la necesidad de desgastarse en una rosca que podría resultar muy debilitante.

En un municipio amarillo del conurbano que hoy por hoy se muestra jugando con la candidatura de Diego Santilli, opinan que no es posible discutir una reforma electoral a tan poco tiempo de las elecciones y que, en todo caso, ese debería ser un debate hacia adelante. Por otra parte, en el orden de lo pragmático, no están preocupados por esa discusión porque descuentan que la medida no pasaría una eventual discusión legislativa en el Senado provincial, donde la presidencia no desempata como sí lo hace a nivel nacional.

En otro municipio PRO, más alineado con una posible candidatura de Cristian Ritondo, expresaron a Diagonales que “las PASO son importantes no solamente a nivel político, sino que también es una herramienta electoral que ya está en el calendario y no se pueden estar cambiando las reglas del juego cuando falta tan poco para las elecciones”, sosteniendo la línea que el partido maneja como principal eje discursivo para oponerse a una posible suspensión. “En todo caso habría que pensar en la eliminación de las PASO con un cambio a nivel electoral que debiera ser mucho más profundo que solamente eso, pero pensando ya en las elecciones del 2025” agregaron.

VECINALISMO Y GOBIERNO PROVINCIAL

Una voz disonante con el clima general de dudas o rechazos a una posible suspensión de las PASO es la del intendente de Villarino y referente del vecinalismo provincial, Carlos Bevilacqua. En conversación con Diagonales, el jefe comunal afirmó que “vengo desde hace tiempo diciendo que cada uno pague de su bolsillo si quiere hacer internas, me parece un despropósito como está la Argentina estar gastando recursos en las PASO, que  muchas veces terminan siendo sólo para validar una lista única. El partido que quiera hacerlas que las pague de su propio espacio”.

A su vez, Bevilacqua agregó que “estoy de acuerdo con que no se hagan las PASO y que ese dinero en la provincia se disponga en un 50% para el Fondo Educativo y el otro 50% que vaya por Coeficiente Único de Distribución a los intendentes para realizar obras”.

Por su lado, el oficialismo provincial manifiesta que una posible suspensión de las PASO no está en su agenda. “No es un tema en el que nos estemos ocupando” dicen desde la mesa chica de Kicillof. La postura tiene lógica, partiendo de la base de que hoy por hoy la candidatura del Gobernador para su reelección es incuestionable, cuenta con la bendición de CFK y no tiene aspirantes a una competencia electoral muy declarados.

Para Kicillof resultaría un problema político tener que alinear a todo el peronismo provincial tras esa causa, a la par de convencer algún sector de la oposición para conseguir votos extra para destrabar un eventual empate legislativo en el Senado provincial. Sin embargo, el premio de una eventual suspensión de las PASO también puede ser grande para el oficialismo. Al no existir la instancia de balotaje en la provincia, sin las primarias, la dispersión del voto opositor en las generales podría pavimentar un triunfo más seguro.

A menos de un año de la fecha en la que deberían ser las PASO 2023, el debate sobre una posible suspensión ya comienza a instalarse. La oposición necesita esa instancia para ordenar sus candidaturas sin que explote su interna y como una manera de atraer electorados distintos. Para el oficialismo, las ventajas de suspender las PASO son tan claras como los riesgos de tener que cerrar listas sin poder conformar a todas las tribus y dejando un tendal de heridos que pueda jugar en contra electoralmente. Así se va aproximando el sistema político argentino a una elección decisiva.