El gobernador Axel Kicillof se trasladó al interior bonaerense para visitar el municipio de Pehuajó, donde cerró el principal basural a cielo abierto del distrito luego de 35 años e inauguró el Complejo Ambiental Municipal "Papa Francisco". 

Acompañado por el intendente ultrakirchnerista, Pablo Zurro, y la ministra de Medio Ambiente de la Provincia, Daniela Vilar, el Gobernador hizo hincapié sobre la necesidad de implementar políticas que cuiden el planeta tierra y sus recursos. En ese sentido, explicó que existen 81 basurales a cielo abierto en territorio bonaerense y que, además del de Pehuajó, se planea avanzar con el cierre de otros nueve. 

“Se trata a los residuos como si fuera puro descarte y en realidad hay un trabajo muy degradado, sin derechos, sin protección”, cuestionó Kicillof en referencia a la laboral que desarrollan cartoneros. 

“Lo que ocurrió en Pehuajó fue un gran ejemplo. Nos propusimos que esos basurales se cierren lo antes posible. Hemos decidido hacerlo con 10. Gracias al trabajo entre provincia y municipio, hemos logrado cerrar el primero”, explicó. 

El mandatario bonaerense llamó a “instalar una cultura nueva, que tiene que ver con la separación de los residuos” y aseguró que el "pequeño esfuerzo en cada uno de los hogares genera un resultado enorme". 

"Tenemos para construir un camino en el ambientalismo popular. Abrimos un ministerio, plantamos bandera y ahora no nos para nadie. Lo que antes era basura, hoy es economía", lanzó.

Anteriormente, Kicillof encabezó un nuevo acto de entrega de notebooks a estudiantes del partido de Pehuajó en el marco del programa Conectar Igualdad Bonaerense. “Es un programa importantísimo que le permite a familias que no tienen posibilidad económica, entrar al presente, tener una computadora. Poder disfrutar, conocer, prepararse para la norma en la salida laboral”, describió. 

“El Conectar Igualdad se había desconectado”, exclamó Kicillof en una crítica a la gestión anterior de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal. “Vino un gobierno al que le pareció un despilfarro. Llegó un gobierno que decía que como las escuelas no tenían conexión a internet, para qué le íbamos a dar una laptop a los chicos. Si tenían el diagnóstico, ¿por qué no seguían distribuyendo computadoras y además conectaban internet en las escuelas?”, preguntó.  

"Había una política de ajuste, con mucho desprecio y desapego hacia nuestra juventud. La empatía les cuesta", lanzó. “A nuestra juventud se le exige que se esfuerce, pero no sé discute de dónde vienen”, concluyó.