En el marco de una recorrida junto al intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, el gobernador Axel Kicillof dejó definiciones sobre la polémica generada en torno a la escalada de contagios en CABA y la postura de flexibilidad adoptada por Horacio Rodríguez Larreta. Tras aparecer fuertes críticas al jefe de Gobierno porteño, el mandatario bonaerense decidió tomar un tono antigrieta y apaciguar los humores frente al actual escenario sanitario.

Si CABA empieza a abrir mucho genera un gran movimiento pero son cosas que establecen nuevos escenarios. No podemos tener situaciones y gestiones tan distintas entre CABA y Provincia y el problema no es político sino práctico”, dijo Kicillof, quien prefirió esquivar la beligerancia alrededor de ambas gestiones que, hasta el momento, han intentado coordinar sus políticas contra la pandemia junto a Nación.

Asimismo, el mandatario anunció que habrá controles “muchos más estrictos” para evitar que el ritmo de propagación del virus que se da en CABA no se replique en la provincia. “No hay nada que no haga la Ciudad de Buenos Aires que no afecte a la Provincia. Vamos a poner controles muchos más estrictos porque la realidad es que la Ciudad tiene más contagios que la provincia”,, dijo en comunicación con Radio Provincia.

Además, Kicillof aprovechó para referirse también a la situación económica y social devenida a partir de la política de aislamiento. “La situación está muy enrarecida y tenemos que actuar cada día y queremos estar a la altura de la situación y entendemos que uno puede ocuparse de los empresarios o cómo está viviendo la gente y es en este punto donde tenemos puesta la mirada”.

“Me preocupa cómo funciona la economía porque nunca pasó esto de interrumpir actividades, también me preocupa la situación alimentaria y los ingresos de los que perdieron su actividad”, agregó el Gobernador.