Luego de mantener reunión con Máximo Kirchner, el gobernador Axel Kicillof abandona la postura diplomática con Nación y, una vez más, envía un fuerte guiño hacia Alberto Fernández. Con un tono “camporizado”, Kicillof sostuvo que Casa Rosada no debe “tener miedo enfrentarse a ciertos sectores” y se pliega al kirchnerismo que demanda una postura combativa frente al FMI y la economía.

Ya durante una actividad realizada este martes, Kicillof realizó una lectura crítica de la actualidad al sostener que “en el conurbano y el interior la situación no da más”, mensaje con fuerte eco en la esfera de Nación, donde todavía resuenan fuerte las acusaciones de “ajuste”.

En tanto, esta mañana Kicillof volvió a marcarle terreno a Fernández con nuevas declaraciones. “Es un momento en el que hay que adoptar medidas muy decididas, medidas excepcionales y no hay que tener miedo de hacerlo”, dijo el mandatario en diálogo con Radio 10, una definición con clara apelación a Alberto Fernández, a quien el kirchnerismo le exige mayor firmeza para dar un giro en su rumbo económico.

“No tenemos que tener miedo a enfrentar intereses de ciertos sectores”, disparó Kicillof, quien ayer mantuvo una reunión con Máximo Kirchner, principal referente de La Cámpora y el actor político que decidió encarnar el enfrentamiento entre kirchnerismo y albertismo.

“Creo que estamos en un momento delicado y los que tenemos responsabilidades de dirigencia no tenemos que tener miedo de enfrentar ciertos intereses; no nos estamos metiéndonos con la rentabilidad de un negocio normal o con su crecimiento, pero de ahí a que quieran traducir los precios de guerra a las góndolas, eso no corresponde y hay que estar alertas”, dijo Kicillof.

Cabe recordar que el problema por los paulatinos aumentos de precios y –en particular- las condiciones del acuerdo entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional, son algunos de los principales puntos que dividieron aguas dentro del Frente de Todos. Si bien hasta el momento Kicillof decidió sostener una postura conciliadora entre el kirchnerismo y Casa Rosada, en los últimos días decidió dejar la formalidad de lado y empezar a alzar la voz para marcarle terreno al ala “albertista” del oficialismo.