El gobernador Axel Kicillof ya se prepara para afrontar lo que sabe será un gobierno que recorte la obra pública y las transferencias a las provincias. En medio de las negociaciones paritarias con los gremios bonaerenses, la llegada de fin de año y el pago del medio aguinaldo, el mandatario busca garantizar financiamiento a través de la toma de deuda. 

Para ello, la Provincia lleva adelante conversaciones con legisladores del oficialismo y la oposición para conseguir los apoyos necesarios. Este viernes, el Ejecutivo provincial envió un proyecto de Ley a la Legislatura con un pedido de endeudamiento por 150 millones de dólares con el Estado Nacional para afrontar el pago de aguinaldo, salarios, la ejecución de obras y programas sociales.

En la actualidad, el Gobierno Nacional tiene 899 obras en distintas etapadas de ejecución en la provincia de Buenos Aires; proyectos que -según adelantó el propio Javier Milei- no continuará la Nación. 

En su afán por reducir el déficit fiscal, el presidente electo advirtió que empezará su gestión “recortando la obra pública y llevándola a cero, y las que están en curso las licitamos, los contratos se respetan”.

Sin embargo, eso puede significar el parálisis durante mucho tiempo de las obras en marcha. Por otro lado, los gobernadores también deberán buscar otros fondos más allá de la coparticipación si quieren invertir en infraestructura. 

Por ese motivo, Axel Kicillof ya envió el pedido de endeudamiento a la Legislatura bonaerense con el objetivo de blindar la provincia, al menos, durante los primeros meses de 2024. 

La iniciativa del Ejecutivo bonaerense también incluye la prórroga de las deudas que los municipios tienen con la Provincia por distintos fondos, en un intento por aliviar la carga que también deberán afrontar los intendentes; punto que a su vez, le permitirá al oficialismo negociar con legisladores provinciales de la oposición.