En medio de una fuerte interna alrededor de las candidaturas de Unión por la Patria, el gobernador Axel Kicillof volvió a apuntar sus cañones contra el gobierno nacional y en particular contra Aníbal Fernández, al cuestionar “la falta de ayuda de las fuerzas federales” en el conurbano. 

Junto al ministro de Seguridad, Sergio Berni, el mandatario provincial aprovechó el acto de egreso de 1.500 cadetes de la Policía bonaerense para antagonizar una vez más con Nación por el problema de la inseguridad. 

“Ante la falta de ayuda por parte de fuerzas federales, como decía recién el ministro Berni, ni cruzados de brazos, ni resignados ni mascullando; sino trabajando todos los días para crear los cuerpos especiales que hoy se distribuyen a través de base en el conurbano, que ha cambiado nuestra respuesta y nuestro abordaje al problema del delito”, lanzó Kicillof.

El Gobernador destacó la creación de esos cuerpos y consideró que a partir de su puesta en funcionamiento “hemos observado como resultado una reducción de los delitos y de los homicidios”. 

De todas formas, admitió que con ello “no alcanza” porque "la seguridad no es un tema de marketing, mejorar las condiciones de seguridad de la provincia es un trabajo que requiere inversión, compromiso y permanente monitoreo”.

“Nos propusimos avanzar no solo en el equipamiento y en la profesionalización de nuestra policía sino en mejorarla desde el punto de vista organizativo y equiparla con lo más importante que tiene; los cadetes que luego se convierten en agentes de la policía”, añadió. 

Además, destacó que “este año nuestro Ministerio ha logrado algo que parecía imposible: hemos engrosado el cuerpo de la policía con 5.000 nuevos efectivos y 1000 como personal de apoyo”.