El presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Martín Menem, rompió el silencio y se refirió al escándalo de presunta corrupción que envuelve al Gobierno nacional por el posible pedido de coimas a laboratorios a través de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS). “Pongo las manos en el fuego por Lule y Karina Milei”, exclamó el legislador y aseguró que la difusión de los audios de Diego Spagnuolo es parte de una “operación política” para afectar al oficialismo a días de las elecciones. 

La respuesta no tardó el llegar y apareció en forma de chicana. “Le recomiendo guantes de amianto”, ironizó el ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, Carlos Bianco. 

Para el funcionario se trata de “un caso de corrupción gravísimo institucionalmente y obseno” que implica supuestas coimas que se pagaron en la compra de tratamientos y medicamentos por parte de ANDIS, “que es uno de los sectores que más había sufrido recortes”. 

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“No solamente es muestra de corrupción, sino de una crueldad terrible”, sentenció Bianco pero rápidamente señaló que “no es el primer caso de corrupción de este Gobierno y probablemente no sea ni el último”.

“Estamos probablemente ante uno de los gobiernos, o el Gobierno más corrupto de la historia”, enfatizó y repasó alguno de los casos más resonantes de los últimos meses: “la criptotafa que llevó adelante el presidente con la memecoin $LIBRA”, “las denuncias de coimas en el PAMI”, “los contratos del Banco Nacional con la empresa de la familia Menem, que antes había sido contratada también para brindar servicios al hospital Falvaloro”, “el ingreso de valijas sin ningún tipo de control en un avión privado perteneciente a un empresario cercano al Gobierno y con vínculos con las Fuerzas del Cielo”, “las coimas ANSES en el Chaco”, además de las “históricas ventas de candidaturas por parte de La Libertad Avanza”. 

Bianco repitió entonces que las coimas en ANDIS “no es el primer caso de corrupción, pero me parece que es mucho más grave que los anteriores porque vincula directamente a la secretaria de la Presidencia y al presidente Milei, que supuestamente estaba avisado de toda esta operatoria”. Y completó, tajente: “Empezó la decomposición”.