Mientras se palpita la sesión legislativa que volverá a discutir la Ley Impositiva para fortalecer la recaudación fiscal, el gobierno bonaerense inició diálogos con los tenedores de deuda para poder reprogramar los plazos de pago del 2021. Así lo expresó la vicegobernadora Verónica Magario, quien anunció el comienzo de conversaciones con acreedores.

Con un valor equivalente a los 750 millones de dólares y con vencimiento en 2021, los plazos de deuda bonaerense son un factor calve para definir el escenario financiero de Provincia de cara al año que se viene. Por ello, desde el oficialismo insisten en poder llegar a un acuerdo para poder cumplir con los acreedores externos.

Queremos  que los pagos de deuda no interfieran en la reinversión en la industria, el sector que más sufrió la recesión de los últimos años”, manifestó Magario a través de las redes sociales. La iniciativa va en línea con lo anunciado por Axel Kicillof el día de su asunción cuando remarcó su intención de “entablar inmediatamente en diálogo con los acreedores”. Sobre esto, detalló que “los datos oficiales muestran que la deuda pasó de ser de US$ 9.362 millones a ser de US$ 11.263 millones”.

Asimismo, el Ministerio de Hacienda y Finanzas bonaerense que conduce Pablo López lanzó un comunicado donde expresa que las negociaciones se dan “en el marco de las políticas de deuda que, tanto el gobierno nacional como el provincial, están llevando adelante y busca en lo inmediato alivio financiero transitorio respecto de las obligaciones de pago de corto plazo en cuestión”.

En un momento donde el oficialismo debe lidiar con las presiones y condicionamientos de la oposición frente a la Ley Impositiva, el gobierno provincial debe aprovechar toda oportunidad posible para ampliar el margen de recaudación y pago con una deuda pública que se presenta como un serio problema para sus finanzas.