En el momento más “turbulento” de Cambiemos, la Unión Cívica Radical (UCR) bonaerense logró una lista de unidad en la Provincia que, luego de las elecciones del 28 de octubre, seguirá bajo la conducción del vicegobernador Daniel Salvadorquien será secundado por el tandilense Carlos Fernández.

Para lograr la unidad, la pata ultra-oficialista de la UCR debió ceder un tercio de los cargos a sectores de la oposición representada en el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, y otras líneas internas.

La pata oficialista del radicalismo cambiará el cargo de secretario del partido, que ocupa hoy el marplatense Maximiliano Abad. Su sucesor sería el director nacional de Desarrollo Universitario y Voluntariado, Pablo Domenichini. Mientras que la tesorería general estará a cargo de la zarateña y diputada bonaerense Sandra París.

Sin embargo, en los municipios ya discusiones no están del todo saldadas y la unidad parece un camino más difícil de consensuar. En Junín, un sector boina blanca crítico que aspira a presidir el Comité Hipólito Yrigoyen con Martín Agosti denunció presiones desde la Provincia para que bajen la lista.

Se trata de la nómina “Consenso y Unidad”, un sector disidente que se muestra crítico a Cambiemos y a la conducción del intendente oficialista Pablo Petrecca. “He tenido algunas ofertas pero que por supuesto no acepté porque no va con mis principios”, denunció y explicó: “Soy consciente de que hay una incomodidad con la posibilidad de que ganemos nosotros porque decimos las cosas en los lugares que hay que decirlas y hacemos notar todas las falencias que tiene esta gestión”. 

También, a nivel provincial, un sector del radicalismo fue a la Justicia para impugnar la decisión del Comité Provincia que “desestimó una presentación” realizada por los dirigentes Luis Eduardo Podio (Presidente del Comité de Ensenada), el platense Luis Menucci y el ex secretario del Comité Provincia, Ricardo Sánchez.

Según denunciaron desde este sector del radicalismo, “con resoluciones amañadas y que violan las disposiciones da la carta orgánica partidaria, la conducción provincial del radicalismo pretenden silenciar las voces que critican la inacción de las autoridades provinciales y nacionales del radicalismo”. 

Es vergonzoso que quienes se dicen o decían expresar la "nueva política" o traer aires de "cambio" recurran a prácticas contra las que se levanto el radicalismo en 1890, afirmaron.