Desde la gestión de Axel Kicillof aseguraron que se contactaron con Beatriz Sarlo como parte de una "campaña de concientización" sobre la vacunación -con personalidades destacadas- contra el coronavirus. Campaña que finalmente nunca se llevó a cabo. Toda la polémica se desprendió a partir de la declaración de la ensayista quien señaló que la esposa del gobernador, Soledad Quereilhac, le ofreció  vacunarse a través de un mensaje que le hizo llegar un editor de la editorial Siglo XXI.

"El ofrecimiento fue a fines de enero por intermedio de mi editor de Siglo XXI,  Carlos Díaz. Por lo que yo entendí, desde provincia de Buenos Aires estaban vacunando para lograr fotos que persuadieran a la gente. En ese momento todavía había cierta duda de la efectividad de la vacuna", declaró Sarlo ante el fiscal Eduardo Taiano y la jueza María Eugenia Capuchetti.

La vacuna que no fue "por debajo de la mesa"

Convocada como testigo en el marco de la investigación por el “vacunatorio VIP”, Sarlo describió que la invitación "llegó desde la provincia de Buenos Aires, a través de la esposa del gobernador, Soledad Quereilhac", quien había sido alumna suya. 

"Carlos Díaz me dijo que la idea era legitimar la vacuna a través de figuras públicas. Yo soy de Capital, no estaba anotada en el registro. Como Soledad fue alumna mía, ella se puso en contacto con mi editor", reiteró la escritora.

Desde Provincia remarcan que no hubo nada "ilegal" en el ofrecimiento.