Contrario a los pronósticos libertarios, la política de desregulación comercial, el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) y la apertura parcial del cepo no lograron la lluvia de inversiones que prometían Javier Milei y su equipo de Gobierno. El último informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) reveló que en los primeros cinco meses de 2025 la inversión extranjera directa en Argentina registró un saldo negativo de 1.679 millones de dólares; cifra que representa el peor índice de los los últimos 10 años y que confirma la tendencia negativa que se observó en 2024. 

En paralelo, la caída del consumo, los aumentos en los costos de producción y la apertura económica que elimina barreras proteccionistas, golpea fuertemente la industria nacional que, junto al comercio, es uno de los dos sectores más dinámicos en términos de creación de empleo en el país. 

Según el último informe sobre la situación y evolución del trabajo registrado en Argentina realizado por el Ministerio de Capital Humano, solo entre marzo y abril de 2025 se perdieron alrededor 6800 empleos en las industrias manufactureras; cifra que arroja un promedio de 226 puestos de trabajo menos por día. 

En un panorama más general, desde que asumió Milei en diciembre de 2023 y hasta abril de este año, 31.000 trabajadores industriales se quedaron sin su empleo. Según el presidente de la Unión Indutrial Argentina, Martín Rappallini, en la actualidad el sector industrial pierde entre 1.000 y 1.500 puestos de trabajo mensuales.

Esta realidad se refleja en todo el país, pero uno de los territorios más afectados es la provincia de Buenos Aires. Este lunes, en su habitual conferencia de prensa, Carlos Bianco detalló que entre el primer cuatrimestre de 2023 y el de 2025, el comercio en la provincia cayó un 6%, la construcción un 23% y la industria un 10%. 

“Lejos de la prometida ‘lluvia de inversiones’, en los primeros 18 meses del gobierno de Javier Milei se fueron 13 multinacionales del país. La motosierra productiva no perdonó a nadie: ni en el conurbano, ni en el interior, ni a pymes, ni a firmas transnacionales”, exclamó el ministro de Gobierno.

Lo cierto es que la provincia de Buenos Aires concentra gran parte de la actividad industrial del país y, por ende, también la mayor parte del impacto que significa la caída de la actividad.  Acorde a datos oficiales del Ministerio de Economía bonaerense, el 70% de los puestos industriales formales que se perdieron en 2024 fueron bonaerenses y la tendencia en 2025 se mantiene. 

EL MAPA BONAERENSE DE LOS DESPIDOS

Frente a esta realidad, el Ministerio de Gobierno de la provincia de Buenos Aires lleva adelante un relevamiento con algunos de los casos más significativos de cierres, despidos y achicamiento de plantas y personal en empresas radicadas en territorio bonaerense. 

A principios de junio de este año, la multinacional Kimberly Clark, especializada en productos de higiene, cerró su planta en el Parque Industrial de Pilar y dejó a 220 trabajadores sin empleo. Al mismo tiempo en el que la firma de capitales estadounidenses envió los telegramas de despido, emitió un comunicado en el que anunció que concentraría toda su producción en la provincia de San Luis. 

En marzo, Kenvue se sumó a la lista de empresas que eligió importar la mayoría de sus productos (de higiene femenina) desde otros países en lugar de producir en el territorio nacional. De esta manera, en la planta ubidaca en la localidad de Fátima, municipio Pilar, hoy quedan apenas 32 trabajadores de casi 1600 que tuvo en un momento. 

Por su parte, debido a la pérdida de mercados internacionales, el Frigorifico Devesa radicado en el partido de Azul despidió a 40 trabajadores en abril de este año. La firma es una compañía familiar que emplea a unos 900 trabajadores y se teme que los despidos asciendan a 100 en las próximas semanas. 

En marzo de este años, la empresa de neumáticos Bridgestone despidió a 80 trabajadores de su planta de Lavallol, en Lomas de Zamora, que se sumaron a los 1.400 puestos de trabajo perdidos en la industria del neumático durante la administración libertaria.

En la misma localidad, el 2 de enero de este año, la firma de aceites y margarina Dánica despidió a 150 trabajadores y, con la excusa de “la gravísima situación económica” ofreció pagarles tan solo la mitad de la indemnización que les correspondía. La firma adujo "desfasajes en los costos, altos costos laborales, dificultades de logística y comercialización y una profundización de la caída de ventas en un entorno de recesión económica. 

Con argumentos similares, la empresa gráfica Alfonso Morvillo anunció el cierre definitivo de su planta en Avellaneda, paralizó completamente su actividad y dejó a más de 200 trabajadores en la calle en febrero. 

A finales de junio, la química Clariant, de origen suizo, también anunció el cierre de su planta en el municipio de Zárate, donde trabajaban un total de 50 personas. La compañía decidió dejar de producir en el país, para importar productos desde Brasil. 

Uno de los sectores industriales más afectados por la crisis es tal vez el sector textil y se expresa en el cierre y la caída de producción de varias compañías nacionales. Uno de los casos emblemáticos es el de histórica marca Mauro Sergio, de la empresa Textilana S.A. La firma, radicada en Mar del Plata, atraviesa una de sus peores crisis: despidió a 150 operarios y redujo su producción en un 20%. 

En General Pueyrredón, municipio donde el desempleo afecta a más de 20 mil personas, el Frigorifico Sur Trade cerró todos sus establecimientos dejando más de 140 trabajadores sin trabajo. Allí también, producto de la caída de la faena y la demanda, el Frigorífico San Telmo despidió a 50 trabajadores 

La empresa Marechiare Conservas de Pescado, conocida por su producción de caballa y atún enlatado, no logró sostener la actividad frente al avance de las importaciones, la caída del consumo interno y el incremento de los costos operativos, y decidió cerrar su planta en Mar del Plata para dedicarse a la importación. 

Continuando con la tendencia, Dass, fabricante de marcas como Adidas, Nike y Acsis, cesó sus operaciones en su planta de Coronel Suárez a partir del 20 de enero y despidió a 360 trabajadores.

La empresa CMPC, productora de bolsas industriales, estaba ubicada en Hinojo, en el partido de Olavarría. Sin embargo, en abril de este año cesó su producción, despidió a sus 100 trabajadores y cerró la principal fuente de ingreso que había en la localidad de 3 mil habitantes. 

A su vez, en Olavarría, la empresa ceramista Cerro Negro despidió a 60 trabajadores como producto de una significativa caída en la demanda. 

La recesión también llegó a la industria farmacéutica. El año pasado, los Laboratorios Bagó despidieron a 45 personas en la planta de La Plata y actualmente presionan a los trabajadores que aún mantienen sus puestos de trabajo a firmar retiros voluntarios.

Asimismo, en la localidad platense de Los Hornos, la empresa Cerámica Fanelli anunció un “proceso de reestructuración” y despidió a alrededor de 30 operarios como consecuencia de una fuerte caída de las ventas a raíz del freno de la obra pública y el estancamiento de la actividad de la construcción en el sector privado. 

En Lanús, la fábrica de caramelos Lipo S.A. anunció su cierre definitivo y más de 100 trabajadores comenzaron una protesta por tiempo indeterminado dado que ni quiera cobraron sus salarios completos del mes de abril.

Finalmente, Bianco detalló que además de los cierres y despidos, durante el gobierno de Javier Milei se retiraron 13 multinacionales del país, de distintos orígenes y sectores: Exxonmobil, HSBC, Prudential, Procter & Gamble, Clorox, Xerox, Internexa, Petronas, Enapsi Petrol, Mercedes Benz, Telefónica de España, Satria y Supermercados Macro

Además, recordó que empresas transnacionales como Carrefour, Total Energy, Profertil, Loma Negra “están a la venta, en proceso de salida directamente”.

“O sea que, no se salva nadie de la motosierra productiva de Milei. Ni siquiera de los socios estratégicos”, concluyó el ministro.