Diez minutos pasaron de las seis de la tarde, cuando el gobernador Axel Kicillof comenzó su discurso en la apertura del 149° periodo de sesiones ordinarias de la Legislatura bonaerense. A diferencia de años anteriores, el recinto no estaba repleto. En cambio, cada un senador había una banca vacía para respetar las medidas de distanciamiento social en el marco de la pandemia, y en los palcos sólo podía haber tres personas. De esta manera, muchos legisladores y hasta intendentes bonaerenses participaron del acto de manera remota.

Por otro lado, los ministros y ministras del gabinete bonaerense tampoco se encontraban todos juntos, sino que estaban repartidos entre los palcos. Desde allí, escucharon al gobernador a lo largo de dos horas, en un discurso en el que volvió a poner el foco sobre la “pesada herencia” y en el que destacó su gestión durante un año signado por el coronavirus.

Las impresiones en los pasillos de la Legislatura: Un Kicillof "moderado" y expectativas por "el plan de reactivación"

Sin embargo, el mandatario reconoció el trabajo mancomunado “con los 135 intendentes, del oficialismo y de la oposición”, además de reconocer la labor de los legisladores y agradecer la aprobación del Presupuesto 2021, logro que se alcanzó con los votos de Juntos por el Cambio.

Por ello, luego del discurso de Kicillof, varios referentes de la oposición marcaron una diferencia en “el tono” del discurso del gobernador en comparación a las palabras del presidente Alberto Fernández que describieron como “confrontativas”.

“No fue ni revanchista, ni agresivo”, expresó el presidente del bloque de Juntos por el Cambio en la Cámara Alta de la Legislatura, Roberto Costa aunque indicó que el gobernador  “estuvo una hora cuarenta haciendo un análisis de este año y 15, 20 minutos de lo que viene por delante”.

“Nosotros plantéabamos que hoy era necesario escuchar un análisis sobre el arranque de las clases con presencialidad, la vacunación y las obras. Casualmente fue de eso de lo que habló, muy poco, pero generó una expectativa de esperanza y reconoció la ayuda que recibió de parte de la oposición, la primera vez que lo hace”, señaló el legislador.

El presidente del bloque de Juntos por el Cambio en Diputados, Maximiliano Abad, compartió la visión del senador y opinó que el discurso de Axel Kicillof “tuvo un tono absolutamente distinto al que tuvo Alberto Fernández en el día de hoy, acá hubo una reivindicación de cómo trabajó el gobierno provincial con los intendentes y con la Legislatura dándole las leyes que se necesitaban”.

Sin embargo, también indicó que “hubo mucho tiempo de diagnóstico, poco de propuesta y dentro de las propuestas que se hicieron, hubo pocas certidumbres acerca de cómo se van a llevar a adelante las mismas”.

“Nos parecen bien todos los incentivos que se van a dar, a la producción, a los pequeños y medianos comerciantes, a los monotributistas pero no se explicó de dónde se van a sacar esos recursos para poder financiarlos”, agregó.

El senador Andrés De Leo, de la Coalición Cívica-ARI, también subrayó las diferencias en “el tono” de los discursos del gobernador bonaerense y el jefe de Estado, pero la atribuyó a “una intencionalidad política del Frente de Todos”.

Según el legislador, “el kirchnerismo duro” hace que “el Presidente sea quien esté pagando el desgaste del enfrentamiento y las políticas públicas que el kirchnerismo quiere llevar adelante como la Reforma Judicial y por otro lado, el Frente de Todos está intentando no parecer confrontativo en un momento en el que todos los indicadores económicos, sociales y las encuestas están marcando una fuerte caída en la alianza gobernante”.

En un pasaje de su discurso, Kicillof aseguró que no le dedicaría mucho tiempo a hablar sobre la herencia y el estado en el que se encontró la Provincia luego de cuatro años del gobierno de María Eugenia Vidal. Sin embargo, eso mismo llevó gran parte de su alocución y las referencias a la gestión anterior fueron recurrentes.

El diputado bonaerense Adrián Urreli lamentó que el gobernador “sólo haya criticado al gobierno anterior" y aseguró que no había apreciado una autocrítica en las palabras del gobernador. No obstante, al igual que sus compañeros de frente reconoció una “búsqueda de moderación”.

"Creo que tuvo un mensaje más constructivo y propositivo que lo que escuchamos el año pasado, aunque lamento que una vez más haya apelado al gobierno anterior para justificar las críticas que se le hacen con algunas omisiones e inexactitudes", analizó.

Por otro lado, como es de esperarse, los referentes del oficialismo, tanto funcionarios como legisladores, respaldaron al mandatario provincial y compartieron su visión de “tierra arrasada” como caracterizó el estado de la provincia de Buenos Aires después de la gestión de Juntos por el Cambio.

 “Como dijo el gobernador fue un año muy difícil, muy duro, pero en el que se trabajó muchísimo”, destacó Carlos Bianco, después de las palabras de Kicillof. En una conferencia de prensa, el jefe de Gabinete aseguró que habían “recibido una Provincia hecha pedazos, la empezamos a reconstruir y llegó la pandemia”.

De cara al 2021, Bianco remarcó que los objetivos de este año serán “la producción, el consumo y la vacunación” con una fuerte presencia de la obra pública como motor de la reactivación económica.

“El año pasado fue el año de la pandemia, este año será el año de la vacunación y la reconstrucción de la provincia de Buenos Aires”,  expresó Kicillof en el recinto del Senado. Respecto de la vacunación, el mandatario contó que habían lanzado una línea para denunciar irregularidades en la aplicación de las dosis pero aseguró: “No pienso contratar a la Interpol para estar al lado de cada jeringa controlando si quien se va a vacunar está enfermo o no”.

Más tarde, una vez finalizada la apertura de sesiones, Teresa García respaldó al gobernador. “En el territorio de la Provincia no existen privilegios en general, sí es posible que exista alguna desviación en particular, para lo cual el gobernador ha sido claro con el anuncio: aquellas personas que tengan enfermedades preexistentes deberán tener un diagnóstico por escrito de su enfermedad y aquel que lo vulnerara, bueno ya queda a cuenta de su propia responsabilidad, la Provincia va a exigir esto para los grupos de riesgo”.

El presidente de la Cámara de Diputados, Federico Otermín, subrayó que “como bien dijo Axel Kicillof, el coronavirus no terminó con nuestros sueños. La reactivación económica y la vacunación son las dos prioridades de este año”. En ese sentido, la diputada provincial Florencia Saintout afirmó que el gobernador los llamó “a renovar la esperanza y el compromiso con la reconstrucción de una Provincia que era tierra arrasada”.

Lo cierto es que si bien el gobernador habló mucho tiempo sobre la “tierra arrasada” y cuestionó a la gestión anterior, efectivamente tuvo un tono más moderado respecto al discurso de Alberto Fernández y agradeció a la oposición dentro de la Legislatura. Es que hacia el final de su discurso se refirió a un “plan de reactivación” que comprende una serie de medidas que el Poder Ejecutivo enviará a la Legislatura. Allí, una vez más, Kicillof necesitará de los votos de Juntos por el Cambio para aprobar los proyectos.