La fuerte derrota en las primarias de septiembre expuso a cielo abierto todos los pases de factura e internas del Frente de Todos, y la provincia de Buenos Aires no fue la excepción. Aunque en lo formal las relaciones con la Gobernación siempre se mantuvieron en buenos términos, no era un secreto para nadie que los Intendentes del peronismo interpretaban que la gestión de Axel Kicillof se cerraba mucho sobre sí misma, y que consideraban que debía haber una presencia más fuerte de figuras ligadas a los territorios en el Ejecutivo provincial. Tras el golpazo del 12 de septiembre, el Gobierno se vio obligado a pegar un volantazo en su rumbo con el eje puesto en territorializar mucho más su política y la campaña, y los jefes comunales fueron llamados al centro de la escena.

Los señalamientos que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner le hizo al Gobierno nacional y los cambios que provocaron en el gabinete, tuvieron su correlato en la Provincia. Fue la mismísima CFK quién tuvo que convencer al Gobernador Kicillof de que era necesario incorporar a la gestión provincial a Intendentes que representaran a ese sector, como una forma de profundizar la llegada de las políticas públicas y los recursos a los territorios, en búsqueda de una remontada que por aquel entonces parecía casi imposible. El alto grado de ausentismo en las PASO surgía como un alerta del descontento de los bonaerenses, y la llave para destrabar ese problema estaba en manos de quienes conocen a fondo sus territorios.

Los elegidos fueron dos figuras prominentes de las zonas del conurbano donde el peronismo tiene sus raíces más profundas y donde se habían perdido más votos entre 2019 y 2021: la Primera y la Tercera Sección electoral. Por la Primera, el elegido fue Leonardo Nardini, quien cursaba su segundo mandato al frente de Malvinas Argentinas y ostentaba los mejores registros electorales del conurbano, factor siempre  central dentro del peronismo, además de ser un importante armador político en su Sección. Por los municipios del sur del conurbano, el ungido fue Martín Insaurralde, quien también atravesaba su segundo mandato consecutivo en Lomas de Zamora, además de tener una estrecha relación con Máximo Kirchner, a quien acercó al peronismo bonaerense para la reconciliación que decantó en la conformación del Frente de Todos en 2019. Ambos entraron al gabinete provincial y a la conducción de la campaña como parte de la estrategia de territorialización y, con el diario del lunes, puede afirmarse que esos cambios implementados funcionaron.

Los Intendentes hicieron la tarea

El llamado a un mayor compromiso e involucramiento en la campaña a los jefes comunales se tradujo en una importante levantada de los porcentajes obtenidos en distritos muy importantes de ambas secciones electorales, que termina explicando gran parte de la recuperación de unos 600.000 votos por parte del oficialismo en la Provincia. Comparar los porcentajes obtenidos en diferentes municipios en las PASO con los resultados de ayer resulta esclarecedor del trabajo de sintonía fina que los Intendentes llevaron a cabo desde septiembre.

PASO VS GENERALES, EN SECCIONES Y MUNICIPIOS

En la Primera  Sección electoral el oficialismo obtuvo el 33,18% de los sufragios para la categoría de Diputados nacionales en las PASO, perdiendo la elección con Juntos por algo más de cuatro puntos, ante el 37,79% obtenido por la alianza opositora. Ayer, esa diferencia se redujo a menos de un punto, casi en espejo con la reducción en toda la provincia, alcanzando el FdT un 38,43% y Juntos un 39,17%. La levantada en la Sección se observó también en la categoría de Senadores provinciales, donde el oficialismo pasó de perder 35,65% a 39.99% en las PASO, a 38,92% a 39,30% en las generales. Esta remontada le aportó al Gobernador Kicillof un logro central para uno de sus objetivos estratégicos en estos comicios. Con los resultados de las PASO, las ocho bancas para la Cámara Baja provincial que la Primera sección repartía, habían quedado en cinco para Juntos y tres para el FdT. Con los resultados de ayer, esa repartija se igualó en cuatro escaños para cada frente, recuperando allí uno de los tres lugares que el oficialismo necesitaba para empatar la composición del Senado y dejar de depender de acuerdos políticos con la oposición para sancionar leyes.

En la Tercera Sección las PASO ya habían entregado una victoria para el peronismo, pero lejana a las abismales diferencias que son costumbre en los distritos que la componen. El triunfo del FdT en Diputados nacionales había sido de 39,53% a 31,02%, unos ocho puntos y medio que ayer terminaron siendo más de doce: 44,87% a 32,60%. La ampliación de la distancia también se reflejó en la categoría de Diputados provinciales, donde los doce puntos obtenidos en las PASO (44,87% a 32,60%) terminaron siendo más de quince (45,65% a 32,37%). La Primera acortó significativamente la derrota con Juntos, y la Tercera amplió la ventaja obtenida en septiembre. Objetivo cumplido.

Esos números resultan aún más claros si se los mira distrito por distrito, y permiten dimensionar el peso de estos territorios en la remontada final. En la Primera Sección hubo grandes crecimientos en Malvinas Argentinas, que pasó del 43,65% obtenido para la lista de Diputados nacionales en septiembre a un 50,19% en las generales, marcando uno de los porcentajes más altos en toda la provincia; en el Merlo de Gustavo Menéndez, que creció de un 39,48% a un 47,09%; Hurlingham, que obtuvo ayer un 40,25% contra el 36,05% de septiembre; José C. Paz, que pasó de un 44,67% al 48,95%; y el Moreno de Mariel Fernández, que registró una de las mayores alzas del conurbano, creciendo unos diez puntos desde el 36,92% de septiembre al 46,55% obtenido ayer.

En la Tercera, el distrito que rompió todas las marcas fue el Florencio Varela de Andrés Watson, que ya había obtenido una ventaja sobre Juntos de 16 puntos en las PASO, distancia que amplió a 25 puntos creciendo del 40,99% de septiembre al 50,34% obtenido ayer. También marcó un alza importante el municipio de Almirante Brown, conducido por el albertista Mariano Cascallares, que pasó de sacar 41,40% a 47,27%. Avellaneda también mostró un crecimiento de los votos para el oficialismo, que del 39,14% obtenido en septiembre pasó ayer a un 42,84%.

Los Intendentes hicieron la tarea

Tres municipios de la Tercera resultaron de una importancia central, por distintos motivos. El primero es La Matanza de Fernando Espinoza, que por su volumen poblacional resulta el principal distrito de la provincia y el mayor caudal de votos para el peronismo. Del 44,02% obtenido para la lista encabezada por Victoria Tolosa Paz en septiembre, el porcentaje se incrementó al 47,76% ayer. Un crecimiento similar marcó Lomas de Zamora, tierra del actual Jefe de gabinete provincial, Martín Insaurralde, donde en septiembre la lista de Diputados nacionales del FdT obtuvo el 40,32%, y ayer un 45,24%. Por último, una de las principales notas de la jornada electoral de este domingo fue la remontada en el Quilmes de Mayra Mendoza, donde el oficialismo había perdido por siete puntos en septiembre, obteniendo solo el 33,39% de los votos, y ayer creció hasta el 40,33% aventajando por poco menos de un punto a la lista Martiniano Molina y Juntos. Una victoria que además de los votos aportó un alto contenido simbólico a la levantada oficialista.

La Matanza, Merlo, Quilmes, Moreno, Lomas de Zamora, Almirante Brown y Florencio Varela, en ese orden, fueron los siete municipios en los que más votos perdió el oficialismo entre 2019 y 2021, aproximadamente unos 640.000. Si la levantada en las generales consistió en recuperar unos 600.000 votos, los crecimientos en estos distritos explican gran parte de ese logro.

MENOR CORTE DE BOLETA

Hay, además, hay otro dato que resulta esclarecedor del compromiso y el trabajo asumido por los Intendentes desde septiembre hasta acá, y tiene que ver con el acercamiento de los porcentajes obtenidos por las listas de Diputados nacionales, legisladores provinciales y Concejales. O, dicho en otras palabras, la reducción del corte de boleta, que siempre es un indicador a observar para ver si los gobernantes locales militan la lista completa o solo se focalizan en su candidatos propios.

Los Intendentes hicieron la tarea

En las PASO, en todos los principales distritos de la Primera y la Tercera las listas a Diputados o Senadores provinciales, y sobre todo las de Concejales, obtuvieron un mayor porcentaje que la de Diputados nacionales encabezada por Victoria Tolosa Paz, alcanzando en algunos distritos hasta cinco puntos de diferencia. Si bien la tendencia  se sostuvo en general en la elección de ayer, la diferencia se redujo sensiblemente y hubo casos donde el porcentaje de la lista nacional y de las locales resultó el mismo.

En la Primera Sección, un ejemplo de esto fue el José C. Paz de Mario Ishii. En las PASO, la lista de Diputados nacionales cosechó un 44,67%, mientras que la de Senadores provinciales obtuvo un 48,31% y la de Concejales alcanzó el 49,34%. En las generales de ayer, esos porcentajes fueron  de 48,95%, 49,27% y 48,50% respectivamente. En Moreno pasó algo similar. Los números para esas tres categorías pasaron de 36,92%, 40,88% y 38,76% en septiembre a 46,55%, 47,30% y 45,22 respectivamente, marcando una paridad entre las tres categorías. También en Malvinas Argentinas hubo en las PASO una distancia entre el 43,65% que obtuvo la lista de Victoria Tolosa Paz y el 46,66% alcanzado por la lista a Senadores provinciales encabezada por Luis Omar Vivona, o el 47,86% cosechado por la lista de Concejales locales. Esas diferencias se estrecharon en las generales, marcando un 50,19%, 50,93% y 52,44% para cada una de esas categorías respectivamente.

Los Intendentes hicieron la tarea

En la Tercera los casos más claros fueron el de Florencio Varela, que pasó de una diferencia de 40,99% para la lista de Diputados nacionales, 44,51% para la de Diputados provinciales y 43,82% para la de Concejales, a una paridad de 50,34%, 50,93% y 50,48% respectivamente. En La Matanza también se emparejaron los porcentajes, que en septiembre fueron de 44,02%, 47,38% y 46,05% respectivamente, y en las generales de ayer de 47,76%, 48,51% y 46,62%. Misma tendencia para Almirante Brown, donde en las PASO la lista de Diputados nacionales obtuvo unos tres puntos menos que las de Diputados provinciales y Concejales, 41,40% versus 44,82% y 44,94% respectivamente, y ayer esa diferencia bajó a un punto, marcando 47,27% para la lista nacional, 48,37% para la provincial y 48,08% para la municipal.

Los análisis cuantitativos que reducen todas las explicaciones a números y porcentajes suelen dejar de lado factores centrales y componen lecturas parciales. Pero no deja de ser un enfoque válido e interesante para analizar los resultados de este domingo y sus implicancias políticas. Los Intendentes hicieron la tarea y podrán sacar pecho por las remontadas en sus territorios. Seguramente desde allí pueda entablarse una nueva relación con el Gobierno provincial, que ya se venía gestando desde los cambios de gabinete pero que hoy puede medirse en votos, criterio siempre predominante para ordenar los juicios y criterios al interior del peronismo.