Los misiles de La Cámpora contra Larroque y el juego de pinzas cristinista con Kicillof
Facundo Tignanelli, presidente del bloque de UP en Diputados y hombre fuerte de Máximo Kirchner en la PBA, le respondió al ministro kicillofista: “tiene una cuestión personal con nosotros”. La presión a Kicillof para que lo ordene. El frágil equilibrio en la Legislatura y la rosca irresuelta por el calendario electoral.
Las esquirlas de la picante sesión de la Legislatura bonaerense que esta semana suspendió las PASO provinciales aún vuelan por los aires y marcan el pulso de una interna peronista que no afloja. Con definiciones importantes aún por tomarse, específicamente los plazos del calendario electoral que condicionan el normal funcionamiento de los comicios, cada campamento juega su juego de golpes y acercamientos en una negociación que, por lo menos, avanzó algunos casilleros en los últimos días.
“Están extorsionando a Axel Kicillof”, lanzó picante ayer Andrés Larroque, ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense y uno de los principales bombarderos en la tropa del gobernador a la hora de confrontar con La Cámpora. Sus dichos refirieron a que en la sesión en la cual hubo fuertes acusaciones cruzadas entre el cristinismo y el kicillofismo, y en la que los comandados por Máximo Kirchner volvieron a excluir la cuestión del calendario electoral de lo que se aprobó en Diputados. Así las cosas, por ahora los cierres de listas en la PBA serían recién el 8 de agosto, apenas 30 días antes de las elecciones, lo cual plantea serias dificultades para la organización del acto electoral.
Así lo planteó en repetidas ocasiones la propia Junta Electoral bonaerense, que luego de enviar notas a ambas cámaras de la Legislatura pidiendo ampliar los plazos como exige el kicillofismo, participó de una reunión con los bloques antes de la sesión en Diputados. A ese encuentro, dispuesto para que la Junta explicara los argumentos para modificar el calendario actual, no fueron los titulares de los bloques de UP, Teresa García y Facundo Tignanelli. Los dos responden a CFK, quien envió con su faltazo y la negativa a tratar los plazos electorales una nueva señal de condicionamiento a Kicillof.
CUERVO VERSUS PINGÜINO
Larroque salió con los tapones de punta y dijo que ese sector del peronismo “subordina el funcionamiento de las instituciones y de la democracia bonaerense, en función de una negociación de espacios de poder”. El ministro bonaerense expresó que García y Tignanelli se comportaron como “opositores”, y agregó que en el armado del gobernador no están “discutiendo a Cristina, estamos discutiendo a la bandita de Máximo”.
Como era lógico, la cosa no quedó ahí y por la tarde La Cámpora decidió escalar el conflicto a través del presidente del bloque de Diputados bonaerenses de UP, Facundo Tignanelli. La mano derecha de Máximo Kirchner en la PBA apuntó directamente contra Larroque: “Nosotros tenemos concejales en Avellaneda y en La Matanza, y en ambos casos se mantienen dentro del bloque que responde al intendente. No somos nosotros los que tenemos vocación rupturista ni los que no hacemos oficialismo, sino que precisamente en los lugares donde se han roto los bloques de concejales son los lugares donde gobierna un compañero o compañera de La Cámpora, como en Lanús y Quilmes”. Allí hubo también un dardo para con otro de los bombarderos kicillofistas, Jorge Ferraresi, a quién responden los concejales que rompieron los bloques oficialistas en los municipios camporistas.
Tignanelli agregó que “pareciera que el ministro Larroque está distraído cuando se refiere a los Concejos Deliberantes y pareciera ser una fantasía de él. En definitiva, si hay alguien que tiene que dar explicaciones por no hacer oficialismo es el espacio del gobernador que rompieron esos bloques”.
El dirigente de la primera plana camporista desplegó lo que pareciera una estrategia para aislar a Larroque o para presionar a Kicillof para que lo ordene. “En el último mes y medio tuve reuniones con el gobernador Kicillof, con el ministro Bianco, en las que hubo otras personas, entre ellos, el presidente de la Cámara de Diputados de PBA, y respecto a los ministros de La Cámpora como a la Legislatura no nos han planteado absolutamente nada. Incluso hoy mantuve una reunión con Bianco, un vocero autorizado, y tampoco me ha hecho ninguna aclaración respecto a esto”, expresó Tignanelli.
Luego de varios cruces fuertes en las últimas semanas entre el camporismo y Larroque, Tignanelli parece ser el elegido para encabezar los enfrentamientos desde la tropa de Máximo. El titular del bloque de UP en la Cámara Baja de la Legislatura sostuvo que “es una situación que está en la cabeza del ex secretario general de La Cámpora y tiene que ver con una cuestión personal que tiene con nosotros, y sería conveniente que no lo traslade a la política y lo pueda arreglar en un diálogo puertas adentro”.
Con suspicacia milimétrica y en un mensaje más dirigido a Kicillof que a Larroque, Tignanelli agregó: “Yo no creo ni quiero creer que lo mandan a decir eso y que después no se hacen cargo ni en público ni en privado. Insisto. Salvo Larroque, que sí lo manifestó en varias oportunidades, nunca escuchamos al gobernador ni al ministro Bianco decir en público o de forma privada que no estaban conformes con el trabajo de la legislatura”. Quirúrgicos movimientos de ajedrez en el tablero minado de la interna y desde ambos lados de la grieta peronista.
KICILLOF ENTRE PINZAS CRISTINISTAS
Así como el diputado de La Cámpora intentó exponer ciertas incongruencias en el manejo del kicillofismo en cuanto a su relación con el cristinismo, en paralelo otros jugadores encuadrados con Máximo y CFK levantaron la figura del gobernador y una decisión política suya, en una especie de toma y daca que muestra hasta qué punto la interna se juega en cada declaración. Kicillof definió condonar deudas de los municipios con la provincia contraídas en el marco de la pandemia y los esfuerzos por contenerla, y se ganó los agradecimientos de propios y extraños por ello.
“Agradecemos al ejecutivo provincial y a la legislatura bonaerense condonar las deudas que los municipios mantenían con la Provincia, en el marco del “Fondo Especial de Emergencia Sanitaria para la Contención Fiscal Municipal”, y así aliviar las finanzas locales en un contexto muy difícil como el que estamos atravesando a nivel presupuestario por las políticas económicas de Milei”, tuiteó Mayra Mendoza, otra de las principales figuras de La Cámpora en la PBA.
La intendenta de Quilmes no fue la única en manifestarse en ese sentido. “Muchas gracias a nuestro gobernador Kicillof y a la legislatura bonaerense por el proyecto presentado para condonar las deudas que los municipios mantenían con la Provincia”, replicó el jefe comunal de Merlo y jugador fuerte de CFK en la provincial, Gustavo Menéndez. Lo propio hizo el intendente de Malvinas Argentinas, Leonardo Nardini, quien agradeció a Kicillof y la Legislatura y expresó que “mientras el gobierno nacional ajusta y asfixia a los bonaerenses, en la Provincia seguimos defendiendo a nuestros ciudadanos y a los 135 municipios sin distinción política o partidaria. Un nuevo y gran esfuerzo económico del ejecutivo provincial en pos de las y los bonaerenses”.
Mayra Mendoza es quizás la principal figura camporista en la PBA. Menéndez y Nardini expresan más al sector de intendentes del peronismo que no son de La Cámpora pero sí responden a CFK. La articulación de sus mensajes tampoco fue una puntada sin hilo. El cristinismo también pega y abraza al gobernador, en una dinámica compleja en la que ambos bandos saben que una ruptura definitiva sería una catástrofe para el peronismo y garantizaría un triunfo de Milei en las elecciones de la PBA.
LEGISLATURA Y CRONOGRAMA ELECTORAL
Con este escenario de internas como fondo, la principal discusión tiene que ver con la conformación de las listas. Lo dejó en claro Larroque al afirmar que los movimientos del cristinismo “remarca más que nunca que acá en la provincia de Buenos Aires necesitamos legisladores oficialistas, legisladores que respondan al gobernador Axel Kicillof”. En esa rosca es que cobra vital importancia la discusión puntual por el cronograma electoral.
Detrás de todos los argumentos técnicos en cuanto a la imposibilidad o las importantísimas dificultades de desarrollar los comicios con el esquema actual, esgrimidos tanto por el kicillofismo como por la Junta Electoral, está la fecha del cierre de listas. Cuanto más se extienda ese punto de llegada, más tiempo tendrá el cristinismo para tensar con el armado de Kicillof, especulando con la candidatura de CFK y negociando sus lugares en las listas. Cabe incorporar aquí que el cierre de listas para las elecciones nacionales llegaría el 17 de agosto, apenas 9 días después de la fecha hoy fijada para el cierre bonaerense, un escenario en el que el cristinismo pretende dar ambas discusiones en simultáneo, con la doble posibilidad de candidatura de la ex presidenta como ancho de espadas.
A la inversa, en el campamento del gobernador pretenden definir las candidaturas cuanto antes y poner primera en una campaña que quieren que sea lo más extensa posible y con el foco centrado en lo provincial. Cuanto antes se defina la fecha del cierre bonaerense, antes podrá Kicillof salir en modo campaña a recorrer los municipios contrastando su modelo de gestión con el de Milei. El posicionamiento que dará la campaña en la PBA es lo que hoy se disputan con CFK.
En este escenario, hubo una nueva reunión en la Comisión de Reforma Política de la Legislatura entre el ministro de Gobierno, Carlos Bianco, como representante del Ejecutivo provincial, y representantes de los distintos bloques tanto del Senado como de Diputados. Allí, el cristinismo consultó en relación al costo de organizar las elecciones, las licitaciones por el sistema de datos y las urnas, la seguridad, la custodia de las urnas tras el cierre de los comicios y la cadena de seguimiento de las mismas. Bianco no respondió pero se comprometió a compartir la información con los distintos bloques.
Esto podría decantar en que en los próximos días se llegue a algún tipo de acuerdo y finalmente se modifiquen los plazos como pide la Junta y el Ejecutivo provincial. Lo que a priori podría parecer un paso hacia la unidad será, en concreto, la apertura de la verdadera rosca: cuántos y qué lugares tendrá en cada sección electoral cada uno de los campamentos del peronismo. Siempre y cuando logren ponerse de acuerdo, porque, por lo bajo, ninguno deja de prepararse para un escenario posible en que vayan a las urnas separados.