Tras el sismo que provocó en el aparato oficialista la designación de las nuevas autoridades en el PRO, el principal aliado del gobierno nacional, tanto el presidente Javier Milei como el exmandatario y flamante titular del espacio Mauricio Macri pusieron primera y se dispusieron a reactivar el armado de sus correspondientes partidos en la populosa y políticamente nodal Provincia de Buenos Aires con sucesivas reuniones con dirigentes de sus filas con la mirada inevitablemente puesta en el peronismo local.

La más reciente de las citas se produjo este martes, cuando Milei recibió en la Casa Rosada al puñado de senadores bonaerenses de La Libertad Avanza (LLA) en un encuentro signado por la reciente actividad pública del gobernador Axel Kicillof, uno de los mayores adversarios políticos del presidente. En ese marco, y según lo mencionaron los propios asistentes al encuentro a la salida del Palacio, el jefe de Estado les brindó “el aval explícito en el marco de la confrontación con el kirchnerismo” -aunque no se precisó para qué era el aval-.

Junto a ello, los participantes “analizaron políticas públicas y abordaron temas de la agenda bonaerense”, de acuerdo con los testimonios del subsecretario de Integración Socio-Urbana de la Nación Sebastián Pareja, quien se desempeña en la práctica como el coordinador del espacio liberal libertario en el distrito. A él se sumaron los representantes del bloque en la Cámara Alta Florencia Arietto, Carlos Curestis y Joaquín de la Torre.

En tanto, en una reunión similar el día de ayer, Macri también puso manos a la obra con su propia misión en Buenos Aires. Esta vez, la sede de la cita fue el partido de San Isidro, donde el expresidente fue recibido por el intendente Ramón Lanús en la que fue una de sus primeras actividades tras recobrar el bastón de mando en el PRO días atrás. El exdirigente boquense se entrevistó con el gabinete local para analizar el “plan de gobierno” del municipio tras seis meses de gestión y avanzar con la “modernización” de la administración.

Asegurado su sillón en el partido amarillo por lo menos de cara al próximo período electoral, a Macri se le encendió una luz roja en el tablero la semana pasada en medio de una amenaza de fuga de dirigentes a las filas de La Libertad Avanza, un movimiento que él empezó con la alianza con Milei pero que ahora intenta aplacar para evitar la desnutrición de las filas del PRO. Ocurrió en Tres de Febrero, donde el jefe comunal Diego Valenzuela participó de una actividad junto al mencionado Pareja este sábado.

Detrás de la maniobra aparece el fantasma de la ministra de Seguridad de la Nación Patricia Bullrich, desplazada de la titularidad y de los cargos jerárquicos del PRO debido a su anexión al gobierno nacional. En la cabeza de Macri, el caso de su exfuncionaria amenaza con ser el primero de varios en el armado del partido rumbo a 2025, por lo que buscará detener las filtraciones a tiempo con reuniones como la de esta semana con la dirigencia local.