"No hablo, chicos", fueron las únicas palabras que pronunció la Secretaria General Karina Milei luego de emitir su voto en el Instituto Pedro Poveda de Vicente López este domingo de elecciones bonaerenses. La hermana del presidente Javier Milei ingresó rodeada de custodia y sin dialogar con la prensa y de la misma manera se retiró, con un gesto de marcado silencio e incomodidad tras el escándalo de las coimas en la ANDIS que la tiene como protagonista.

Tres cuadras caminó de ida y otras tres de vuelta entre el automóvil oficial y el establecimiento electoral. Hizo el trayecto rodeada de agentes de seguridad que le impidieron a la prensa acercarse. Llegó, votó y se fue sin hablar, como se sospechaba en una previa que se estiró largamente desde al menos las 11 de la mañana -horario en el que estaba pautado que llegara- hasta pasadas las 12 del mediodía.

Lo más destacado fue la actitud que mostró la funcionaria: impávida, "El Jefe" ni siquiera le sonrió a los periodistas, y solo saludó al fiscal de mesa de La Libertad Avanza (LLA). Luego dejó el edificio sin hablar y notablemente incómoda en el medio de las denuncias por las presuntas coimas que habría cobrado a través de los negociados con sobreprecios en la Agencia Nacional de Discapacidad.

De hecho, cuando se fue del Instituto Pedro Poveda, caminó al lado del afiche que indica los números de mesa para cada votante registrado en el padrón: en ese mismo papel, al lado del nombre de "Karina Milei" alguien había escrito un "3%" en referencia al supuesto retorno que percibía la hermana del Presidente, según lo blanqueó en los audios filtrados Diego Spagnuolo.