La Provincia que conduce, María Eugenia Vidal, en las últimas semanas ha sido el epicentro del cierre de varias pequeñas y medianas empresas, y por lo tanto cientos de personas han sufrido despidos. Esta mañana Diagonales dio a conocer el cierre de la textil Karavell de Mercedes y ahora, la panificadora Maitén de Chacabuco se vio obligada a cerrar sus puertas luego que la marca Don Satur rescindiera el contrato que tenía hasta fin de año ante la caída de sus ventas.

A los inconvenientes que atraviesa Cresta Roja que trascendieron por la represión que padecieron los trabajadores de la Granja Tres Arroyos; y al cierre de la planta de Fabricaciones Militares en Azul; se le suma la problemática de Criave en Roque Pérez que debe sueldos a 700 empleados; la metalúrgica Emepa que hace dos semanas cesanteó 80 operarios en Chascomús; la fábrica tecnológica Unitec Blue que despidió en lo que va del año a 62 trabajadores, la planta de aguas Villa del Sur, 34 empleados, en esa misma localidad. Y la fábrica Paquetá –que produce para la multinacional Adidas- ofrecieron “retiros voluntarios” y  según denunciaron desde Unidad Ciudadana hubo algunos despidos en Chivilcoy, aunque en respuesta a este portal, el intendente Guillemo Britos aclaró: "No hay cesanteados en Chivilcoy por el momento".

La crisis ahora llegó a la localidad de Mercedes de la mano de la fábrica textil Karavell que anunció que cerrarán sus puertas y dejarán a 65 personas sin trabajo y también a la panificadora Maitén de Chacabuco que tras enterarse que la empresa Don Satur les rescindió el contrato que tenía hasta fin de año producto de la caída de las ventas, se vio en la obligación de despedir a sus 18 empleados.

Las autoridades de Maitén y los delegados nucleados en el Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación (STIA) comenzaron las negociaciones ante el Ministerio de Trabajo para acordar el monto y la forma de pago de las indemnizaciones. La panificadora busca abonar solo el 50% de las mismas.