Uno de los desafíos políticos que tendrán los distintos agrupamientos al interior del Frente de Todos de cara a 2023 pasará por que las disputas territoriales en la provincia de Buenos Aires no escalen a los niveles de 2015. Si bien la memoria desagradable de aquella interna feroz entre Aníbal Fernández y Julián Domínguez por la gobernación sigue ejerciendo como coto de cualquier escalada de hostilidades, y la apuesta a esta altura de 2022 pasa por sostener la reelección del tándem Axel Kicillof y Verónica Magario, en algunos distritos asoman niveles de tensión evidentes en cuanto a lo que puede ser el armado de listas a partir del año que viene. Uno de esos municipios es La Matanza, gobernada por Fernando Espinoza, donde el Movimiento Evita ya avisó que jugará fuerte, con el objetivo de forzar unas PASO para la intendencia.

La diputada bonaerense Patricia “La Colo” Cubría, compañera de vida del líder del Evita, Emilio Pérsico, se lanzó formalmente como precandidata a intendenta matancera hace menos de un mes, durante un acto de los movimientos sociales en Laferrere por el 17 de octubre. Ese día lanzó su consigna principal, que ya había debutado con una afiche de mayo de este año y que había generado las primeras rispideces con la conducción política del peronismo del distrito. “Esta Ciudad se merece mucho más y vamos a renovar el peronismo”, dijo.

Por aquellos días de octubre, el PJ bonaerense se había reunido en La Plata y había dejado trascender su idea de suspender las PASO, iniciativa que tuvo precisamente en el Movimiento Evita uno de los principales escollos. El espacio que conduce Pérsico nunca estuvo de acuerdo con eliminarlas, sobre todo porque tiene varios precandidatos en distritos importantes, entre ellos San Martín, Tres de Febrero y, principalmente, La Matanza.

PASO sí, PASO no en La Matanza: una de las piedras calientes del FdT para 2023

A partir de esa decisión, la tensión que ya existía entre ese espacio y el kirchnerismo, principalmente con Máximo Kirchner y la propia Cristina, que parecía haberse apaciguado, volvió a crecer. La vicepresidenta apuntó otra vez contra el Evita durante su última aparición pública junto a la UOM en Pilar, y los acusó de haberla dejado sola en su oposición a Mauricio Macri hasta 2019.

“Es una opinión válida, es su opinión”, intentó bajarle un tono a esa discusión Fernando “Chino” Navarro, luego de la crítica de la vice. “Tenemos diagnósticos distintos”, aclaró y advirtió que el Evita “tiene precandidatos en varios municipios, aunque subordinamos esas candidaturas a la situación de nuestro pueblo, porque nadie habla en la calle de candidaturas sino de los problemas comunes, de otra agenda”.

Una vez que bajó la espuma del acto por el día de la Lealtad, y a partir de algunos indicios políticos del Evita en la misma línea de “subordinar” las precandidaturas a otros factores, como la unidad, en el peronismo bonaerense comenzaron a interpretar que la intención de esa agrupación en La Matanza pasa por “negociar un lugar más importante en las listas” unificadas y no forzar unas PASO. “No tienen votos”, arremetieron.

Cerca de Cubría, de todos modos, insisten en que la precandidatura es un hecho y que más allá del acto por el día de la lealtad, la diputada provincial “sigue caminando el territorio, en contacto con la gente”. La apuesta, dicen, es renovar la dirigencia en el distrito, que gobierna desde hace cuatro mandatos. “Es un montón de tiempo, una gestión agotada”, explican, aunque reconocen que la estructura que gobierna “es una de las más fuertes” del peronismo en la Provincia y que la tarea no es nada fácil.

Ya en 2021 hubo tensión hasta último momento: sobre el cierre de listas, la Junta Electoral determinó que la lista interna encabezada por Daniel Dauría, que también incluía a la UOCRA del histórico Heraldo Cayuqueo y a su Frente Ciudadano, no contaba con los avales para presentarse. El sector denunció “proscripción” e incluso llamaron a cortar boleta. El Frente de Todos ganó pese a todo con el 47,76% de los votos, con casi 20 puntos más que Juntos.

Cayuqueo logró armarle una interna en 2015 a Verónica Magario por la gobernación, y alcanzó el 30 por ciento de los votos dentro del por entonces Frente para la Victoria. Ambas listas compartían candidatos a gobernador y a presidente. Pero en 2017, de la mano del Evita y Florencio Randazzo, apenas arañó los 5 puntos y quedó por debajo del FIT.

La insistencia persiste. El referente de la UOCRA, Gerardo Martínez, dijo hace poco que la CGT “tendrá candidatos en las listas del peronismo a diputados, concejales, intendentes y gobernadores”, frase que cayó muy mal en el kirchnerismo y que motivó más de una reprimenda pública por parte de Máximo y Cristina.

El Evita, en tanto, viene de anotarse un avance político con el decreto presidencial 728/2022, que fija la prioridad para la Economía Popular de la obra pública menor a los 300 millones, con el que busca fortalecer las cooperativas de la UTEP y continuar con su fortalecimiento territorial, de donde obtiene su mayor capital político.