Todavía quedan muchos interrogantes sobre lo sucedido la madrugada del 1 de enero en la ciudad de La Plata cuando Juan Ignacio Buzali, marido de Carolina Píparo, atropelló a dos motociclistas y los arrastró durante al menos tres cuadras cuando viajaba junto a su esposa.

En un primer momento, la legisladora provincial de Juntos por el Cambio y secretaria de Asistencia a la Víctima y Políticas de Género de la Municipalidad de La Plata, aseguró que se trataba de dos personas que la habían robado unos minutos antes y que por ello los habían perseguido. Además afirmó que luego de embestir la motocicleta no pararon porque “tenían miedo por su vida”.

Sin embargo, hoy Píparo escribió un comunicado donde ya no asegura que los jóvenes atropellados eran los delincuentes que la habían robado. “Hoy escribo con dolor por lo que me tocó vivir estos últimos días. Volver a ser víctima de un robo a mano armada, con 6 delincuentes rodeando tu auto, es vivir de nuevo una pesadilla”, comienza el descargo de la legisladora.

En su descargo, la funcionaria asegura que después del robo, se dirigían a la comisaría primera a hacer la denuncia cuando “vimos a las personas que para nosotros nos habían asaltado”. “Pretendimos ayudar a que la policía los encuentre y que no le pase a otra persona lo que me había ocurrido a mí, y es ahí cuando tuvimos un accidente en el que dos personas resultaron heridas y una tuvo que recibir lamentablemente cinco puntos de sutura”, continúa.

La diputada ya no afirma que las personas que embistieron son los delincuentes que la asaltaron, pero aún así sostiene que tras el episodio “hubo operaciones de todo tipo”. “No voy a caer en el facilismo de culpar a la policía: hubo un Estado en su totalidad que no estuvo, agrega y apunta contra el gobierno provincial y el Frente de Todos.

“Cuando en 2010 sufrí la salidera bancaria en la que me dispararon, y por la que una semana después perdí a Isidro, el entonces gobernador y varios de sus ministros con los que yo no simpatizaba en absoluto se pusieron a disposición mía y de la justicia para esclarecer el hecho y acompañar en el proceso”, cuenta Píparo en su descargo. “Diez años después cuando vuelvo a ser víctima en la provincia de Buenos Aires el gobernador y sobre todo el ministro de seguridad muestran mezquindad política y personal”, destaca.

“No solo no se liberan la totalidad de mis llamados al 911, sino que entregan solo 2 y casi 72 horas después permitiendo así que se ponga en duda la veracidad de lo que me pasó: un delito violento en manada y de noche”, añade. “Eso sin mencionar los que aprovechan para hacer politiquería pidiendo mi renuncia. Sí, esos mismos que hablan de lawfare, del principio de inocencia y que son cultores del garantismo”, escribe la funcionaria. “Las operaciones políticas pasan, la inseguridad lamentablemente queda”, concluye.