En pleno marco de campaña de cara a octubre, Carolina Píparo le bajó el tono a la idea de Javier Milei de implementar “vouchers” en el sistema educativo, a modo de arancel para el acceso al sistema. Si bien la candidata a gobernadora por La Libertad Avanza se mostró a favor de esa propuesta, también indicó que “no hay infraestructura” para implementarla de inmediato en caso de llegar al poder.

“Hoy no está la infraestructura en la provincia para implementarlo”, expresó, en efecto, Píparo en diálogo con LN+. Además, la legisladora aclaró que iniciará “una prueba piloto en el municipio que esté mejor equipado en infraestructura” para implementar el mentado sistema de vouchers.

Cabe destacar que esta medida busca arancelar a todos los colegios, quienes decidirán cuánto dinero costará la cuota, de manera que las familias podrían verse obligadas a abonar un monto extra, además del ‘voucher’ que le asigne el Estado.

“En mi gobierno, la primera propuesta completa es la alfabetización y la infraestructura. Los chicos están en lugares indignos. Quiero que coman bien en la escuela para que puedan aprender”, dijo Píparo en referencia a su apuesta por arrebatarle la gobernación a Axel Kicillof y consagrarse ella como mandataria provincial.

En tanto, la candidata también envió un mensaje a los trabajadores de la educación en Provincia de Buenos Aires, en particular al sindicalista y referente del SUTEBA, Roberto Baradel, con quien no descartó un diálogo en caso de ser necesario.

“Si yo quiero mejorar la vida de los docentes y de los alumnos, me encantaría que Baradel me apoye”, expresó Píparo y agregó: “A mí también me encantaría no sentarme con Baradel. Nosotros queremos gobernar de cara a la gente. Si se tiene que sentar Barrionuevo, Baradel o el que sea para que la gente esté mejor, nos tendremos que sentar”.

Cabe recordar que los posicionamientos de Javier Milei y del sector libertario en general han sido extremos con respecto al movimiento sindical, al que incluyó dentro de la mentada “casta” que el economista definió como enemigo máximo. En ese marco, los comentarios de Píparo ponen un paño de agua fría sobre el escenario.