El intendente de San Isidro, Gustavo Posse, se despachó con fuertes declaraciones sobre el presente político de Cambiemos y llamó a que el radicalismo tome la delantera dentro de la alianza partidaria con el Pro. Aunque no descarta competir por el liderazgo bonaerense del macrismo, Posse se suma a las voces que sostienen que la Provincia “es inviable”.

“El sistema político necesita un Cambiemos renovado y fuerte, pero primero hay que resolver la ingeniería interna. La columna vertebral es el radicalismo, que a su vez tiene que resolver su renovación, que está bien encaminada a nivel nacional”, dijo Posse, quien hoy se posiciona como uno de los principales referentes de Juntos por el Cambio en el conurbano bonaerense.

En diálogo con la agencia Télam, el jefe Comunal sostuvo: “No hay otra alternativa que renovarnos, porque una coalición con un radicalismo sumiso es un lugar donde el radicalismo pone el sello y nada más. Hay que armar una conducción integrada en lo posible por todos los sectores y con una eficiente pertenencia a Cambiemos, pero con un radicalismo erguido, parado sobre sí mismo”.

En esa línea, POsse reavivó la polémica sobre la “imposibilidad” de gobernar la provincia de Buenos Aires sin ser devorado por la densidad social y política del conurbano.

La provincia de Buenos Aires es inviable. Esta frase causa la antipatía de todos los que la gobernaron, pero es la verdad. Desde hace 80 años recibe día a día migraciones internas desde el resto del país, e inmigraciones de los países linderos de generaciones que en poquitos años son compatriotas nuestros también. La vida es así, pero debemos identificar el problema y decir que la mitad del esfuerzo de la Nación debería estar volcado en la provincia”, dijo el mandatario.

En ese sentido, también apuntó contra los intendentes del oficialismo, históricamente instalados en el Gran Buenos Aires gracias al voto peronista. “Hay que decir que muchos intendentes son para el oficialismo la fórmula de la Coca Cola”, dijo Posse y agregó: “Dos tercios de la ganancia electoral nacional de la fórmula de Alberto Fernández están en el Gran Buenos Aires, porque hubo 2.5 millones de votos a favor suyo -comparado con Macri- y, de esos votos, 1.6 millones salieron del Gran Buenos Aires. O sea que en unos pocos kilómetros cuadrados se concentró toda la diferencia nacional”.