La provincia de Buenos Aires ha sido siempre el principal bastión del peronismo. En los últimos años, el poderío electoral y político del kirchnerismo ha brotado como en ningún otro territorio del conurbano bonaerense. En sus municipios residen los millones de votos que reafirmaron a CFK como principal figura política del peronismo en 2017 y le dieron la lapicera para armar con incuestionable liderazgo el experimento político del FDT, colocando incluso a una de las principales referencias del kirchnerismo, como Axel Kicillof, en el sillón de Dardo Rocha. Con las internas en el Gobierno nacional y los pésimos resultados económicos del FDT, la PBA llegó incluso a ser vista como el refugio posible, la trinchera para la resistencia kirchnerista en casa de una derrota nacional en 2023. Pero la profundidad de la crisis hoy amenaza incluso esa posibilidad.

Un estudio realizado por la consultora Circuitos sobre 1290 bonaerenses de la Primera y Tercera Sección electoral y partidos del interior, entre el 21 y el 23 de septiembre, arrojó preocupantes resultados para el oficialismo nacional y provincial. Un 70% de los consultados opinó que la situación del país está entre muy mala (45,4%) y mala (24,6%). Sólo un 6,4% afirmó que es buena y un 3,2% que es muy buena.

Preocupantes números para el peronismo en la Provincia

En las causas de esa valoración negativa sobre la situación nacional destaca, como en cualquier medición que se mire por estos días, la inflación. El aumento de precios se llevó el 38,6% de los votos ante la pregunta por cuál es el principal problema de la actualidad, seguido por la corrupción (22,7%) y la inseguridad (18,4%). Salarios y desempleo completaron el cuadro de rechazo a la situación económica con el 5,1% y 4,4%.

Quizás uno de los datos de la encuesta más preocupantes para el FDT sea justamente la responsabilidad que la población deposita en el Gobierno por esa problemática. El 58,8% de los consultados identificaron al Gobierno como el principal responsable del aumento de precios. Lejos quedaron en la consideración de los participantes de la encuesta distintos actores o situaciones con las que el oficialismo intenta construir otras explicaciones para la inflación: las empresas (13,4%), el sector agropecuario (6,8%), intermediarios (6,7%), los supermercados (5,1%) o la inflación internacional (1,6%).

Preocupantes números para el peronismo en la Provincia

La corta primavera de la llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía no se vio reflejada en el estudio que midió la opinión de los bonaerenses. El 53,1% respondió que no tiene un plan económico y la siguiente respuesta fue “implementará un ajuste mayor” con el 13,8%. A su vez, consultados por las expectativas sobre la llegada de Massa a Economía, el 43,4% expresó creer que la situación va a empeorar, el 27,3% que seguirá igual y sólo el 18,9% que puede mejorar. Llevada al plano de la economía personal, el 31,1% de los consultados respondió creer que su situación empeorará en los próximos meses, el 29,5% que empeorará mucho, el 17,9% que se mantendrá igual, y sólo un 10,8% que mejorará y 4,9% que mejorará mucho.

Consultados por su capacidad de consumo actual, el 39,8% de los encuestados la calificó de regular, el 24,3% de mala, el 19,5% de buena, el 7,9% de muy mala y el 5,8% de muy buena. Pero el cuadro de la situación actual argentina queda reflejado en la siguiente pregunta, que inquirió sobre la capacidad actual de ahorro a los encuestados. Allí sólo el 2,9% dijo que es muy buena, un 4,7% que es buena, un 28% regular, el 35,5% afirmó que es mala y el 24,3% que es muy mala. Capacidad de consumo hasta ahí nomás, capacidad de ahora casi inexistente.

Preocupantes números para el peronismo en la Provincia

Lo más preocupante, sobre todo para el kirchnerismo, es que no hubo en las respuestas una división tajante entre la valoración al Gobierno nacional, del cual tantas veces la tropa de CFK intentó despegarse, y el Gobierno provincial surgido de sus propias entrañas con la figura de Kicillof. Ante la pregunta sobre a quién beneficia el Gobierno de Alberto Fernández, el 60,7% respondió que no beneficia a nadie, el 17,8% a los que más tienen, el 14,2% a los que menos tienen y un 7,3% que beneficia a todos por igual.

Tanto la valoración negativa del Gobierno nacional como la del provincial superaron el 60%. La gestión nacional fue calificada como muy mala por el 33,5%, como mala por el 29,4%, regular el 17,4%, buena 10,3% y muy buena sólo el 7,6%. En cuanto a la gestión de Axel Kicillof, se incrementaron los extremos. La calificación de “muy mala” trepó al 41,7% y la de “muy buena” al 15,2%. Pero, en el medio, el promedio sigue siendo preocupante para el kirchnerismo: 22,5% la calificó de mala, 9,9% de regular y sólo 7,3% como buena. Sumando las categorías de “mala” y “muy mala”, el rechazo a la gestión nacional marcó un 62,9% y a la gestión provincial un 64,2%.

Otro dato interesante del sondeo tuvo que ver con la valoración de candidatos y espacios políticos. Dentro de los votantes del FDT, consultados por qué candidato está mejor para encabezar la fórmula presidencial el año que viene, el 55,3% respondió que CFK, seguida por Sergio Massa con 20,8% y Axel Kicillof con 5,3%. Del lado de Juntos por el Cambio, el podio lo encabezó Patricia Bullrich con 29,3%, seguida por Mauricio Macri con 26,7% y Horacio Rodríguez Larreta con 20,1%. Estos números marcan dos aspectos de la actualidad opositora: la preponderancia de los candidatos “duros” (Bullrich-Macri), y la dispersión general del voto entre los candidatos, a los que hay que sumar a Facundo Manes con un 10,6%, Gerardo Morales con 3,1% y María Eugenia Vidal con 2,9%.

Preocupantes números para el peronismo en la Provincia

Pero si en lugar de por candidatos a los encuestados se los consulta por espacios políticos, allí el resultado es otro. Si bien el kirchnerismo es el espacio más votado con el (22,1%), la suma del PRO (18,2%) y el radicalismo (13,9%) lo supera, incluso si se le suma el peronismo no kirchnerista  (4,8%). Los libertarios, por su parte, alcanzaron el 8,1%. Sin embargo, el dato está en que la respuesta más elegida, por sobre todos los espacios políticos fue “ninguno”, que llegó al 25,1% de los votos reflejando el descontento general de la población con la dirigencia política.

A esto último se le puede sumar otra de las consultas, cuyo resultado permite observar el difícil clima social que augura meses complejos por delante para el oficialismo y la posibilidad de una derrota electoral, tanto nacional como provincial, como un escenario concreto. La pregunta fue “¿Cuál es su estado de ánimo actual pensando en su futuro?”, ante la cual el 44% respondió “pesimismo”, el 29,8% “incertidumbre” y sólo el 17,3% se manifestó optimista.