Tras el revuelo ocasionado por las declaraciones de Beatriz Sarlo frente a la campaña de vacunación –que luego debió desmentir y rectificar ante la Justicia-, el gobierno de la Provincia de Buenos Aires celebró una “jornada record” en materia de inscripciones y aplicaciones de dosis en territorio bonaerense. Funcionarios de Axel Kicillof salieron de reivindicar la campaña como gesto a la serie de difamaciones desplegadas por los medios opositores y ahora abrieron un nuevo vacunatorio en CABA para marcar la diferencia con Rodríguez Larreta.

Mientras desde la cúpula del Gobierno reivindicaron ayer el avance del plan de vacunación, en la Casa de la Provincia ubicada en territorio porteño ya funciona el nuevo centro destinado a los bonaerenses que trabajan en Ciudad.

En ese sentido, Kicillof busca remarcar la diferencia frente a Horacio Rodríguez Larreta, cuya imagen quedó afectada esta semana tras el revuelo ocurrido en las inmediaciones del Luna Park, donde la falta de coordinación generó amontonamiento y largas filas de adultos mayores esperando por su turno.

“Mientras siguen las operaciones, en la Provincia de Buenos Aires seguimos vacunando, vacunando y vacunando”, destacó Axel Kicillof anoche, en una clara respuesta a la avanzada de la oposición, que esta semana intentó capitalizar a su favor el revuelo ocasionado por Sarlo. En tanto, Provincia respondió con su “récord” en campaña.

Volvimos a batir todos los records! Hoy se vacunaron 58.179 bonaerenses en los 564 centros de vacunación y estamos llegando a 4.3 millones de inscriptos. La vacuna seguirá siendo para todas y todos, gratuita y provista por el Estado. Es nuestro compromiso”, manifestó el ministro de salud de la provincia, Daniel Gollan.  Allí se plegó su segundo, Nicolás Kreplak, quien expresó: “Acá no hay relato, no hay odio ni hay negocio. Acá hay amor, mucho trabajo y vacunas para el pueblo”.

En tanto, con el nuevo centro de vacunación de Provincia ubicado en CABA, el Gobernador manda una fuerte señal a Larreta en su propio territorio, y redobla la apuesta a diferenciar GBA de Ciudad de cara a la opinión pública. Una estrategia que, por ahora, parece favorecer más al mandatario bonaerense que al jefe de Gobierno porteño.