El gobierno de la Provincia de Buenos Aires pone la lupa sobre la empresa ABSA –concesionaria del Estado bonaerense sobre el servicio de agua potable- debido a irregularidades en el balance de gastos presentado por la entidad. Según trascendió, se detectaron gastos sin justificar y una deuda que alcanza los 1.000 millones de pesos.

En tanto, la gestión de Axel Kicillof ahora evalúa recurrir a la Justicia para investigar el curso de esos fondos y la administración de la empresa. El ministerio de Infraestructura bonaerense, a cargo de Agustín Simone, apuntó contra la conducción de ABSA durante el año 2019, entonces en manos de Raffaelle Sardella.

En un informe, Infraestructura comunicó que “ha desaprobado mediante un acta formal, el ejercicio correspondiente al año 2019, en el cual la compañía se encontraba presidida por el Sr. Raffaelle Sardella, durante la gestión de la ex gobernadora María Eugenia Vidal”.

Según informaron desde la cartera ministerial, se detectaron un “sinnúmero de situaciones controversiales e irregularidades, como así también una deuda con proveedores y contratistas superior a los mil millones de pesos”. Esta presentación significa un nuevo golpe por parte de la nueva gestión de Provincia a la administración desarrollada por Vidal.

En tanto, desde el Ejecutivo bonaerense no descartan recurrir a acciones judiciales para resolver qué sucedió durante la gestión financiera de Aguas Bonaerenses (ABSA) durante el período 2019. Al mismo tiempo, las miradas apuntan también sobre la figura particular de Sardella y su estado de legitimidad legal frente a su cargo.

“Resulta inexplicable que Sardella ejerciera la titularidad de ABSA y haya mantenido su puesto jerárquico en el Grupo SOCMA (vinculado al expresidente Mauricio Macri). Se observa una incompatibilidad manifiesta en el desempeño de ambas tareas en simultáneo, al existir un evidente conflicto de intereses”, expresaron desde Infraestructura.

“Los municipios del interior tienen colapsadas las redes de agua y de cloacas, y las plantas depuradoras no tienen capacidad de tratamiento. Todos los intendentes coinciden en que en los últimos cuatro años se deterioró mucho el servicio de ABSA. Y encima, dejaron una deuda millonaria”, destacó el comunicado emitido desde la cartera conducida por Simone.