Mientras avanza la cuarentena estricta en el AMBA y otros puntos del país, desde Provincia ya comienzan a evaluar los protocolos para el retorno a clases luego de las vacaciones de invierno. Si bien hay más de 70 distritos bonaerenses que ya evalúan el retorno a las aulas, en el Conurbano el tema todavía representa una incertidumbre total.

Desde la Dirección General de Cultura y Educación a cargo de Agustina Vila, ya comenzaron a trazar los primeros borradores para establecer parámetros de prevención para todas aquellas ciudades que busquen reanudar el funcionamiento de los colegios. Estas primeras pruebas de ensayo deberán pasar por el filtro de directivos, docentes, no docentes, gremios, consejos escolares y familias, primero a nivel de cada una de las 25 regiones educativas que tiene la provincia, y luego, a nivel de cada municipio.

Acorde a las pautas fijadas por el Consejo Federal de Educación -del que participan todas las provincias- se deberán respetar todos los criterios preventivos que se fijen para las escuelas para la vuelta a las clases presenciales en el país.

Entre los puntos destacados están el sistema dual -que prevé la combinación de clases presenciales con virtuales-; el ingreso escalonado por turnos; el distanciamiento de un metro y medio entre los alumnos en el aula; el uso de barbijo; los recreos intercalados; el lavado de manos con agua y jabón o alcohol en gel cada 90 minutos; la prohibición de realizar actos escolares y el cierre de la escuela ante un caso sospechoso.

Se espera que esta paulatina apertura corra para los niveles primario, secundario y terciario. En tanto, hoy persisten unos 71 distritos en camino a la mentada “nueva normalidad”, que equivalen a unas 4 mil instituciones educativas (3500 de carácter público y 500 privadas) a las que concurre el 13% de la matrícula total provincial que es de 5,2 millones de estudiantes.

La prioridad, según trascendió, será puesta sobre los alumnos que no lograron tener continuidad pedagógica virtual por no contar con conectividad y que siguieron las tareas a través de los más de 8 millones de cuadernillos impresos que la DGCyE repartió. Según los números oficiales, hay un 25% de los estudiantes que está en esta condición.