El inminente regreso a las clases presenciales se convirtió en un nuevo eje de disputa entre oficialismo y oposición, en pugna por ver qué sector ofrece una mayor seguridad y determinación para concretar el retorno de los chicos a las aulas. En ese escenario, la principal “grieta” se estableció entre Provincia de Buenos Aires y CABA, diferenciación que volvió a ser ratificada este lunes por las palabras del viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak.

Es que el segundo de Daniel Gollan se pronunció no solo sobre la logística que prepara la gestión de Axel Kicillof para las escuelas bonaerenses, sino también en la relación con los gremios docentes, sector que supo encabezar fuertes fricciones con el plan de Horacio Rodríguez Larreta de volver a las aulas a cualquier precio, incluso a fuerza de descontar sueldos a maestros que decidan no dar clases por medidas gremiales.

“En Provincia de Buenos Aires no hay ningún gremio que se oponga”, dijo esta mañana Kreplak, en diálogo con radio Continental, al ser consultado por la controversial decisión que anunció la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, y que generó el rechazo inmediato de la comunidad educativa de la Ciudad.

“Imponer de una manera coercitiva una medida laboral sin escuchar a los trabajadores y sin garantizar las medidas de cuidado, no me parece una opción”, expresó el viceministro de salud y agregó: “Uno no puede plantear lo coercitivo, hay que trabajar en conjunto. No hay ninguna posición monolítica, sino que estamos trabajando todos juntos para volver a clases de la mejor manera posible y con el mayor consenso”.

Cabe destacar que ya han sido varias las señales de diferenciación entre Provincia y Ciudad Autónoma de Buenos Aires respecto de los modos de avanzar hacia la vuelta a clases presenciales. El propio Kicillof mostró de manera pública su aplicación de las dos dosis necesarias de Sputnik V, mientras que ningún funcionario porteño brindó una foto de su inoculación.

A esto se suma la campaña de concientización y difusión de información respecto por parte de Provincia respecto de la vacuna Sputnik V, para lo cual ya avanzan con la campaña “Vacunate”, mientras que la gestión porteña continúa con una actitud de distancia y frialdad en torno al antídoto ruso, del que insisten con que se publiquen informes sobre su composición química y sus efectos.