Luego del asesinato del chofer Daniel Barrientos de la línea 620 en Virrey del Pino en La Matanza y la agresión al ministro Sergio Berni por parte de los compañeros de trabajo de la víctima, el gobernador Axel Kicillof convocó al titular de la UTA, Roberto Fernández a una reunión en Casa de Gobierno donde acordaron hacer una comisión de seguimiento para que se pongan en funcionamiento las cámaras de seguridad instaladas en las unidades de colectivo del Gran Buenos Aires. 

Del encuentro participaron los ministros Sergio Berni y Jorge D' Onofrio (Transporte), quienes brindaron una conferencia de prensa tras la reunión, junto a Roberto Fernández.

Allí, D'Onofrio explicó que la presencia de él y su par de Seguridad en la protesta de las choferes en la General Paz y Ruta 3 fue por pedido del gobernador Axel Kicillof y que la intención era “abrazar a los familiares y compañeros” del chofer asesinado. 

A pesar del momento de violencia, el ministro aseguró que comprendía la indignación de los trabajadores y contó que durante la reunión, el gobierno de la provincia de Buenos Aires y la UTA se comprometieron a hacer una comisión de seguimiento para que se pongan en funcionamiento las cámaras de seguridad que ya están instaladas en los colectivos y que se volverá a presionar a las empresas para que coloquen las restantes y, así poner en funcionamiento el Centro de Monitoreo. 

En ese sentido, Berni aseguró que durante la gestión de María Eugenia Vidal, el ministro de Seguridad de entonces Cristian “dijo que iba a gestionar un crédito del Banco Provincia para que las empresas de colectivos pongan cámaras pero eso nunca pasó”. A continuación, detalló que el gobernador Kicillof ya entregó subsidios por 2.500 millones para las cámaras pero que las empresas aún no las colocaron. 

“La plata estuvo, algunas cámaras se pusieron pero no todas y muchas no tienen el chip para transmitir”, describió. 

Además el ministro de Seguridad volvió a apuntar contra Nación y criticó a Aníbal Fernández, quien hace algunos días aseguró que no había recibido ningún pedido de fuerzas federales por parte de la provincia de Buenos Aires: “Mentir es malo, pero es peor creerse su propia mentira. En febrero de 2020, le pedí al presidente fuerzas federales. Yo fui muy claro”. 

Sin embargo, remarcó que “la provincia de Buenos Aires tiene un problema estructural y una situación crítica que no se puede solucionar importando policías, tiene que tener una respuesta multidisciplinaria”. 

En ese sentido, sostuvo que “cuando detengamos a estos delincuentes, por lo vamos a hacer como siempre lo hacemos, les puedo asegurar que deben tener prontuario y más de uno de ellos debería estar preso”. 

Por su parte, Fernández brindó escuetas declaraciones y sólo se limitó a decir: “Le venimos a pedir al Gobernador y a los ministros que por favor no pase más una cosa así en la provincia de Buenos Aires”. “Esperamos novedades respecto de las cámaras y sobre cómo va a garantizarse la seguridad de los choferes”, concluyó.