La jornada extendida de debate que terminó con la aprobación del endeudamiento por $87.000 millones, el Presupuesto y la Ley Impositiva para el año próximo llevaron tranquilidad al gobierno de María Eugenia Vidal que ya cuenta con las herramientas necesarias para encarar sin mayores sobresaltos el año electoral. Sin embargo, los acuerdos parlamentarios no le salieron gratis al Ejecutivo bonaerense que el año próximo deberá hacerse cargo de importantes gastos que puso sobre sus espaldas el gobierno nacional.

Uno de los puntos que generó mayores tensiones, tanto adentro como afuera de Cambiemos, fue el traslado de los subsidios al transporte público. Si bien en un principio la Provincia deslizó la posibilidad de que los municipios debieran hacerse cargo de la totalidad de los subsidios, lo cierto es que desde calle 6 tenían en claro que las arcas comunales no estaban en condiciones de afrontar los gastos.

En 2019, la Provincia se hará cargo de $2.500 millones (el mismo monto que cubrió Nación este año) que corresponden a subsidios de líneas de transportes municipales y los intendentes pagarán el diferencial que surja por inflación que se estima en $400 millones.

Del mismo modo, el gobierno de Vidal se hará cargo del subsidio de la “tarifa social” a las eléctricas por $8.000 millones y el diferencial estará a cargo de las comunas. Y en el caso de los costos por el servicio del Ceamse ($2.500 millones) finalmente saldrán de las arcas bonaerenses, que aún no tiene asegurado el decreto de Mauricio Macri que brindaría el reclamado “plus por inflación” para actualizar el Fondo del Conurbano.

Otro punto que obtuvo modificaciones ayer, tras resonantes quejas de alcaldes radicales, fue la eliminación del tope del 38% al aumento de tasas para los municipios. Dentro de la Ley Impositiva, para aumentar la recaudación, se creó un impuesto a las apuestas ganadas en las tragamonedas y un impuesto al juego online, que incluye por ejemplo el póquer, las apuestas deportivas y los casinos virtuales.

En tanto, para satisfacer los pedidos de Sergio Massa, la Gobernadora impulsó ayer la conformación de una comisión bicameral conformada por 4 diputados y 4 senadores que en enero y febrero analizarán la factibilidad del desdoblamiento de las elecciones a intendente, concejales y consejeros escolares en algunos municipios bonaerenses. 

Si bien los aportes del dictamen de la comisión no serían vinculantes para la decisión que puede tomar por decreto Vidal, en caso de que se realice una prueba piloto en municipios selectos para implementar además la boleta única electrónica o en papel, no sería de extrañar que entre los seleccionados estén los terrunios filo-massistas como Tigre, San Fernando, General Alvarado, Necochea o Chivilcoy.

Se espera que entre febrero y marzo, Vidal defina la posibilidad de desdoblamiento de las elecciones provinciales para que no sucedan en simultáneo con las nacionales. La medida aún no cuenta con aval de la Rosada y, si bien debilita el arrastre de CFK para los intendentes del Conurbano, podría ser un arma de doble filo para Cambiemos. 

La imagen negativa de Macri en los centros más populosos del territorio bonaerense perderían el efecto “compensador” de Vidal y podría traducirse en una muy mala elección para la Nación en la principal provincia del país, en términos electorales.