Qué festeja La Cámpora del cierre de listas de Fuerza Patria
La organización de Máximo y CFK prácticamente no cedió espacios y cerró arriba del resto. Encabezará 5 de 8 secciones electorales. Renovación para jugadores clave y la carta Mayra Mendoza. Contuvo el avance de Kicillof, reforzó el acuerdo con Massa y quedó en condiciones de disputar la provincia en el 2027.
En un cierre de listas para el infarto, como no se recuerda en mucho tiempo, el peronismo bonaerense logró articular, en plazos extendidos y cortes de luz de por medio, un acuerdo de supervivencia en el que cada tribu tiene su relato de victoria posible. Según cómo se lo mire, tanto Axel Kicillof como Máximo Kirchner o Sergio Massa pueden narrar, hacia adentro de su tropa y hacia afuera, que salieron bien parados en el acuerdo imposible.
La Cámpora tuvo un buen cierre desde lo cuantitativo y, a la vez, quedó en una clara oposición de disputa en la PBA de cara a lo que viene: la sucesión de Axel Kicillof. Si bien no pudo retener (aunque lo intentó) la cabeza de la Tercera Sección electoral para la cual se había postulado la propio CFK, lo cierto es que encabezará la mayoría de las secciones y que prácticamente no tuvo que retroceder en cuanto a las bancas que pondrá en juego el 7 de septiembre.
En un cierre de negociaciones áspero, y en el que durante buena parte el MDF amagó con la construcción de listas propias, el cristinismo logró contener el crecimiento de Kicillof sin ceder demasiado. En total, cinco de las ocho secciones electorales estarán encabezadas por un representante kirchnerista: Diego Videla, presidente del Concejo Deliberante de Pehuajó, donde gobierna el ultra cristinista Pablo Zurro, irá al frente de la boleta de la Cuarta. Fernanda Raverta encabezará la Quinta. Alejandro Dichiara, diputado provincial aliado de Máximo, la Sexta. La concejala de Azul, María Inés Laurini, será la primera candidata en la Séptima, donde el MDF no metió candidatos.
Finalmente, el gran batacazo se dio en la Octava, donde el presidente del Concejo Deliberante local, Ariel Archanco, encabezará la nómina para Diputados. Era un lugar disputado por el MDF, que tiene en el intendente Julio Alak a una pieza clave de su armado. Incluso se especuló por momentos en que el propio Carlos Bianco jugara en ese puesto, pensando incluso en su proyección de cara a la sucesión del jefe comunal de La Plata. Pero la cabeza de la lista terminó quedando para un alfil de Florencia Saintout, y La Cámpora se anota en lo que será la disputa platense del 2027.
En la Tercera, escenario de máxima disputa con Kicillof, La Cámpora puso a cuatro candidatos entre propios y aliados para los ocho lugares entrables. Facundo Tignanelli, actual presidente del bloque de diputados en la Legislatura, va segundo en la lista para renovar su banca. Mayra mendoza entró tercera para darle un peso mayor a la organización de kirchner en el legislativo provincial. Luis Omar Vivona, hombre del intendente aliado Leonardo Nardini que no podía renovar su banca en el Senado, quedó sexto en la nómina. Y detrás suyo, en el séptimo lugar, María Eva Limone.
La Cámpora tenía que defender 15 lugares entre los propios y los de sus aliados de lo que se renovarán en los comicios de septiembre. Sólo retrocedió en una banca de ese número, y cerró bien por encima de sus socios del MDF y el FR: de los 29 lugares entables, el cristinismo se quedó con 14, el kicillofismo con 9 y el massismo con 6. Ceder lo mínimo y evitar el esquema inicial planteado por el armado del gobernador, en el que pedía el 50% de las listas, puede contarse como un triunfo para un cristinismo que sufrió el mayor de los golpes: la ratificación de la Corte de la condena que sacó de la cancha electoral a CFK.
Además, el cristinismo replicó la actitud del MDF en los distritos y blindó las listas en los municipios donde gobierna a la entrada de otros sectores. Tanto los distritos camporistas, como Quilmes o Lanús, como otros importantes donde manda aliados como Mariel Fernández en Moreno o Gustavo Menéndez en Merlo, bloquearon el ingreso a las listas de las fuerzas kicillofistas.
El caso de Quilmes es particularmente destacable. Mayra Mendoza frenó el intento de Ferraresi de colar alfiles suyos en la lista, pero dio un paso más allá. La dirigente de la primera línea cristinista se quedó con un lugar preponderante en la lista de la Tercera y ya anunció que, a diferencia de las candidaturas testimoniales del kicillofismo, ella asumirá su banca en Diputados.
En ese gesto hay que leer varias cosas. En principio, la réplica a la postura del gobernador, que se plantó ante el llamado de la mismísima CFK en un pedido porque abandonara la estrategia de las testimoniales. El cristinismo plantea que esa comportamiento aleja a la dirigencia de la sociedad, y Mayra Mendoza será la encarnadura de ese posicionamiento.
Pero, a la vez, la intendenta de Quilmes accederá a un escenario de privilegio para una disputa hacia la cual se perfila como nadie en la organización de los Kirchner: la pelea por el Sillón de Dardo Rocha en 2027. Mayra es una de las fichas de La Cámpora para ir por la sucesión de Kicillof en la gobernación, y la primera parada de ese recorrido será la batalla por la presidencia de la Cámara Baja en la Legislatura. Eva Mieri, actual presidenta del Concejo Deliberante Quilmeño, la reemplazará en el municipio luego de haber sido liberada tras la injustificable detención de la que fue víctima por el escrache a José Luis Espert. Un municipio políticamente ordenado, con una sucesión que aparece problemática, es otro de los activos que Mendoza cuenta en su haber para escalar en el crecimiento camporista.
Otro punto a favor que le deja el cierre de listas al cristinismo es la consolidación de su alianza con Sego Massa. En todo lo que fue el proceso, las tropas del peronismo funcionaron como dos orillas de una grieta: de un lado Kicillof y todo su MDF, del otro La Cámpora arrastrando detrás suyo al massismo y otros aliados. De hecho, el búnker camporista en La Plata del sábado pasado fue refugio para varios dirigentes del FR. Si Máximo Kirchner consolida la conducción de ese espacio como un conjunto, tendría un empate de fuerzas con el gobernador que abriría una incertidumbre sobre el resultado de la disputa que mantienen por el liderazgo del peronismo.
Lo cierto es que, a que tuvo que aceptar las condiciones electorales marcadas por Kicillof, y por primera vez tuvo que discutir con otro espacio igual de representativo en el peronismo la composición de las listas y la estrategia electoral, el cristinismo salió bien parado de esa puja. Obtuvo casi los mismo lugares que pone en juego y no cedió casi ninguno al MDF; renovará bancas claves en la Legislatura y sumará allí el peso de una generala como Mayra Mendoza, que sale de la intendencia de Quilmes para pelear por la gobernación; reafirmó una alianza con el massismo que le será vital, junto a la estructura que se garantizó en toda la PBA, para pelear por la sucesión del gobernador.
Con CFK presa, la tropa cristinista con La Cámpora a la cabeza seguirá atribuyéndose la jefatura del peronismo. El cierre de listas de Fuerza Patria la dejó bien parada para ese objetivo.