En un cierre de listas para el infarto, como no se recuerda en mucho tiempo, el peronismo bonaerense logró articular, en plazos extendidos y cortes de luz de por medio, un acuerdo de supervivencia en el que cada tribu tiene su relato de victoria posible. Según cómo se lo mire, tanto Axel Kicillof como Máximo Kirchner o Sergio Massa pueden narrar, hacia adentro de su tropa y hacia afuera, que salieron bien parados en el acuerdo imposible.

Para que ese acuerdo se diera, el rol de Massa fue determinante. El ex candidato a presidente de UP se pasó la jornada del sábado yendo y viniendo entre la gobernación bonaerense y búnker camporista, colocándose él mismo en un lugar de armador de la unidad que ya le sienta cómodo. Como en 2023, sus habilidades para juntar opuestos y encontrar salidas de escenarios muy trabados políticamente fueron engranajes indispensables para que el frente recién nacido no estallara por los aires.

Pero lo que Massa podrá festejar con mayor énfasis es que no tuvo que ceder espacios del Frente Renovador para que esa unidad se sostuviera. El partido del tigrense se quedó con seis lugares entre los entrables, los mismos que pone en juego en la elección de septiembre.

Malena Galmarini va como segunda candidata a senadora por la Primera Sección electoral, detrás de Katopodis. Se trata de un lugar de protagonismo para un espacio que nació políticamente en la zona norte del conurbano bonaerense. Carlos Puglelli va tercero en la lista de diputados de la Segunda.

A su vez, Ayelén Rasquetti se quedó con el quinto lugar en la nómina de la Tercera; María Valeria Arata va como segunda candidata a senadora por la Cuarta; la actual senadora Sofía Vanelli podrá entrar como cuarta diputada por la Sexta; y Juan Martín Malpeli es el tercero en la lista por la Octava.

“Con el eje en la unidad, aportamos renovación y compromiso generacional. De 8 representantes, 4 son mujeres”, expresaron desde el espacio en relación al total de sus candidaturas. A su vez, agregaron “nuestra política nace del compromiso con las soluciones concretas, privilegiando la seguridad, el trabajo y la educación. Nos mueve la convicción de construir un futuro mejor”.

El massismo era quizás el espacio que más dependía de la unidad entre las tres patas de Fuerza Patria. Si el frente se partía, el MDF hubiera presentado sus propias listas y encarado una disputa abierta por el liderazgo, ante lo cual el Frente Renovador hubiera tenido que optar entre encolumnarse detrás de La Cámpora o quedar tercero lejos en una disputa inganable. De ahí que el rol de armador de la unidad de Massa haya sido en parte por supervivencia, pero también algo que el ex ministro candidato intentará facturar a futuro.

“Frente al modelo de ajuste y exclusión de Milei, Sergio Massa sostuvo la unidad para mostrar que en la provincia existe un camino distinto: Un Estado presente pero eficaz, que de oportunidades y resuelva, humano, donde todos y todas tengan lugar”, sintetizaron desde el Frente Renovador.

Esa factura podría entregarse pronto. Más concretamente, el 17 de agosto, fecha en que Fuerza Patria debe oficializar su lista de candidatos a diputados nacionales por la PBA. Todavía el nombre de Sergio Massa suena como una de las posibilidades para encabezar esa nómina. Sería un lugar en alguna medida incómodo para el tigrense, puesto que las legislativas bonaerenses no arrojan una victoria para el peronismo desde 2005. Sin embargo, Massa ya agarró la papa caliente de la candidatura presidencial de un Frente de Todos que caminaba hacia la catástrofe en 2023, y quedó a tres puntos de ganar en primera vuelta. Tal vez el líder del Frente Renovador se postule para replicar aquella épica.