Comenzó esta mañana la audiencia en el Ministerio de Trabajo de Campana por los 165 despidos de la empresa “Bunge y Born”, que se dedica al comercio de granos y negocios agroindustriales. Representantes del Sindicato de Trabajadores Químicos y Petroquímicos de Zárate-Campana asistieron al lugar junto a un centenar de trabajadores, quienes esperan que la Provincia dicte la conciliación obligatoria con la empresa para “abrir una mesa de diálogo” y “evitar así las desvinculaciones”.

La semana pasada, empleados del sindicato químico habían recibido los telegramas de despido y decidieron un acampe en las inmediaciones de la empresa, ubicada en el parque industrial de Campana. En la planta donde se efectivizaron los despidos, la compañía multinacional produce cinco líneas de fertilizantes y, según trascendió, el directorio de la empresa prevé continuar con la actividad productiva, pero sólo de lo que consideran como las líneas “más competitivas”.

“Según informó Bunge, la idea es continuar produciendo pero menos productos, con el 40% del personal actual y con un convenio mas flexibilizado. Algo similar a lo ocurrido en Carboclor, también en Campana, que se `reconvirtió´ a una terminal portuaria para la importación de productos químicos. En el caso de Bunge nunca adujo crisis financiera ni trascendió que haya tramitado un Procedimiento Preventivo de Crisis, requerido por la legislación nacional para poder despedir o suspender a más del 15% del personal”, afirmaron desde el Partido Obrero de Zárate y Campaña.

Según explicaron los trabajadores, la empresa había cerrado diciembre con producción récord de fertilizantes nitrogenados.