“No se trata de querer volver, sino de cómo volver”. El interrogante daba vueltas en la cabeza de un importante dirigente de la oposición de la primera sección electoral bonaerense en los días previos a que María Eugenia Vidal se presente como querellante en la causa que investiga el espionaje ilegal que apunta contra Mauricio Macri. Lo comparten el resto de los intendentes opositores de la Provincia y probablemente el tema haya estado presente en las conversaciones que casi todos ellos mantienen con Vidal, que ahora se sabe –a partir del análisis epidemiológico del contagio de la ex gobernadora– son mucho más intensas de lo que se suponía. “Juntos por el Cambio tiene que abrirse a la autocrítica y recibir a otros espacios. Debe sumar voces nuevas y sostener el diálogo con el gobierno provincial y nacional”, dijeron a Diagonales cerca de uno de ellos sobre las discusiones que atraviesan al espacio por estos días. Apertura y autocrítica: dos conceptos que son la antítesis del modelo opositor que plantea Mauricio Macri y su núcleo duro.

Que María Eugenia Vidal haya dado positivo de Coronavirus puso en evidencia que lejos quedaron los meses de relajación y alejamiento de la política. Vidal se reúne con legisladores y dirigentes de la mesa provincial de Juntos por el Cambio mucho más de lo que algunos creían. Su reciente visita a los municipios de Lanús y Vicente López, y la reunión que mantuvo el viernes pasado con Martín Lousteau, Horacio Rodriguez Larreta y Emilio Monzó en la sede gubernamental porteña de Uspallata al 3100, a la cual Rogelio Frigerio también había sido invitado pero no logró llegar, explicita un nuevo escenario dentro de Juntos por el Cambio. Y Vidal, ¿a qué juega?

Su estrategia política implica aglutinarse a las demandas de los intendentes opositores y a la agenda de la provincia de Buenos Aires, dado que “cuando uno pierde es lógico que haya procesos de autocrítica porque están habiendo reacomodamientos al interior”, como explicaron cerca de un importante dirigente cambiemita de la tercera.

La ex Gobernadora se presentará como querellante en la causa en la que se investigan acciones de espionaje ilegal de la AFI de Gustavo Arribas y Silvia Majdalani por espiar a periodistas y políticos.  Si bien Vidal hasta ahora se había mantenido con un bajo perfil respecto a la investigación, decidió impulsar la acción penal tal como lo manifestaron tanto el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodriguez Larreta como el vicejefe, Diego Santilli.

Del mismo lado del mostrador que Vidal, pero incómodos por la situación, los intendentes opositores se muestran conformes con los movimientos de la jefa del espacio. Se diferencian de la estrategia del macrismo duro de “politizar la pandemia” y aventuran que la brecha con Pichetto, Bullrich, Cornejo y demás dirigentes identificados con el ex presidente puede llegar a agrandarse. ¿Habrá rupturas? “Es lógico que pueda haberlas”, advierten.

El cierre de campaña de la provincia de Buenos Aires en octubre de 2019 en la cancha de Platense, bajo el color rosa y el lema “Ahora nosotros” (lejos de los colores y las consignas de la boleta), vuelve como fantasma cada vez que dirigentes como el macrismo explícito se arroga la representación de las voces mayoritarias dentro de Juntos por el Cambio. Para los intendentes, la supervivencia de Vidal es sinónimo de su propia supervivencia en sus territorios; no pasa lo mismo con el ex presidente: su suerte ya no está atada desde por lo menos agosto del año pasado.  

¿Y MAURICIO MACRI?

En este marco, el sábado Mauricio Macri apareció por Twitter en una foto junto a Elisa Carrio y un pedido de unión de Juntos por el Cambio frente a los "atropellos institucionales" del gobierno de Alberto Fernández. Indirectamente, se refirió a la expropiación de Vicentín y al espionaje ilegal de la AFI. Así, escribió: “coincidimos en la importancia de consolidar Juntos por el Cambio y ampliarlo a todos aquellos que comparten nuestros valores de libertad y trabajo para todos los argentinos”. Su última participación en twitter había sido en abril con motivo del fallecimiento del artista Marcos Mundstock. Por su parte, la aludida Elisa Carrió, le respondió el tuit y reforzó el pedido de unión entre todos aquellos que fueron parte de la coalición de gobierno hasta el mes de diciembre. "Hablamos del momento que vive nuestro país y compartimos nuestra preocupación por los atropellos institucionales que estamos viendo", posteó en su cuenta de Twitter. Esta muestra por intentar “ampliar” el espacio, encabezada por Mauricio Macri responde fundamentalmente a su intento por no perder liderazgo y a todos los movimientos que están habiendo a costa suyo.

Del otro lado de la mesa de Juntos por el Cambio se encuentran Horacio Rodriguez Larreta, avocado a la pandemia en su rol de “oposición responsable”, como lo denominó el Presidente Fernández y de acumulación política de cara al 2023. Larreta que se pliega a la estrategia de su amiga María Eugenia Vidal, quien se muestra como la principal molestia para Mauricio Macri, y es la esperanza de muchos intendentes desbordados, que ven en ella la principal figura que les permitiría contener la fuerza propia y soñar con un 2023 amarillo. Tanto Vidal como Larreta se posicionan como las figuras claves de cara a las decisiones legislativas del 2021 y por ende, al ansiado sillón de Rivadavia.