En medio de los fuertes debates internos de Juntos por el Cambio por el armado electoral de la coalición, Diego Santilli afirmó su proyección para un posible gobierno de la Provincia de Buenos Aires. El vicejefe de Gobierno porteño dejó una clara definición al abrir la posibilidad de salir de CABA para dar la pelea a Axel Kicillof en el territorio más denso del país.

“A mí siempre me motiva, es una provincia que amo, en la cual me crié de chico”, expresó Santilli al ser consultado por una posible candidatura en territorio bonaerense”, expresó Santilli. La declaración del funcionario porteño llegó en un momento de debates calientes en las filas del macrismo por decidir quién llevará el liderazgo en cada distrito.

Por un lado, figuras como María Eugenia Vidal y Patricia Bullrich se disputan por asegurarse en las listas de Ciudad Autónoma de Buenos Aires –bastión del voto cambiemita- y desentenderse de la “tierra arrasada”; por otro lado, los nombres fuertes de JxC en Provincia, reclaman un candidato “natural” del territorio bonaerense. Julio, Garro, Jorge Macri, Néstor Grindetti, Diego Valenzuela, son algunos de los intendentes que mantienen la bandera de Cmabiemos en distritos del conurbano y ahora reclaman protagonismo.

De hecho, fueron críticas del propio Jorge Macri por “entrecruzar” candidatos entre CABA y Provincia de cara a las PASO, las que propiciaron las definiciones de Santilli. “¿Por qué no competir?, las primarias están para eso; para que la oposición consolide su espacio y compita, que esté (Facundo) Manes es importante, todos los que quieran sumarse”, dijo el segundo de Horacio Rodríguez Larreta, en comunicación con el canal CNN en español.

“No sé por qué naturalizamos esta idea de Larreta, que a esta altura me suena a un capricho, de querer cruzar candidatos”, había cuestionado el intendente de Vicente López semanas atrás.

En tanto, Santilli ahora marca terreno en el distrito gobernado por Kicillof y reafirma al ala “moderada” de Juntos por el Cambio, expresada en la figura de Rodríguez Larreta, cuyo contrapeso es sostenido por el sector duro del macrismo, donde se posicionan Patricia Bullrich, Fernando Iglesias e incluso el propio Mauricio Macri.