“Va a ser la primera vez en la historia de la provincia de Buenos Aires que una gestión termina con menos escuelas de las que recibió”, apuntó la ex ministra de Economía bonaerense Silvina Batakis en entrevista con Diagonales. La ex funcionaria analiza y compara la administración de María Eugenia Vidal con la de su antecesor y pre candidato presidencial Daniel Scioli. “Con 17 millones de habitantes como tiene la Provincia, 39 por ciento de la población del país, se puede ponerle un freno al ajuste y no ser un garante de la política nacional”, señala Batakis, quien también reconoce errores propios: “a nivel nacional y provincial debimos haber solucionado el tema de fondo con la coparticipación”. No es muy optimista a futuro: "la herencia que dejan en 2019 es una provincia devastada. Hoy uno de los principales cordones industriales se transformó en un cordón de óxido".

Se habla mucho de pesada herencia. ¿Qué provincia dejaron en términos financieros?

-No era Suiza ni Disneylandia, pero estoy convencida de que fue la transición más ordenada que tuvo la Provincia. Cada gestión le había incorporado cosas positivas. No había habido retrocesos. Es verdad que se hacía cada más difícil el tema de los recursos nacionales dentro del presupuesto y del producto bruto geográfico. En el período 2011-2015 fueron los cuatro años de menor cantidad de recursos, automático y no automáticos. Pese a la dificultad, la Provincia termina con una tasa de desempeño históricamente muy baja, de las más bajas en la historia y desendeudada. La deuda que había, 6 puntos del producto, estaba en su mayor parte en nominada en pesos, lo que da cierta autonomía política y soberanía a la provincia.

"La provincia de Buenos Aires ha sido noticia a nivel internacional por el crecimiento vertiginoso del endeudamiento".

¿Y hoy como es la situación que deja el actual gobierno provincial?

-La provincia de Buenos Aires ha sido noticia a nivel internacional por el crecimiento vertiginoso del endeudamiento, además del cambio del perfil de esa deuda, de pesos a mayormente en dólares, dejando condicionado a varios próximos gobiernos en su definición de las políticas. Cada vez que hay una devaluación a nivel nacional la Provincia tiene que sacar pesos de donde sea para conseguir los dólares para servir los intereses de la deuda. Eso se refleja en el crecimiento de la partida presupuestaria con destino a pagar intereses.

¿Y servicios sociales?

-En materia educativa va a ser la primera vez en la historia de la provincia de Buenos Aires que una gestión termina con menos escuelas de las que recibió. Realmente es grave. Uno puede pensar que, en el fragor de la campaña, se anuncien más establecimientos de los que después se puedan terminar haciendo. ¿Pero que haya menos? También hubo un tema de desconocimiento. No se dieron cuenta que la realidad de la Provincia siempre fue muy justa en materia de financiamiento. Si ellos dicen que recibieron una provincia quebrada, a fin de 2019 va a ser una provincia devastada. Porque disminuyó la capacidad productiva pero también el tránsito de las personas. No se pueden destruir escuelas. Pero también eliminaron en materia sanitaria y no se inauguraron hospitales de media y alta complejidad.

"En materia educativa va a ser la primera vez en la historia de la provincia de Buenos Aires que una gestión termina con menos escuelas de las que recibió".

¿No es momento de debatir la coparticipación?

-En términos generales la Argentina tiene que resolver el tema de la coparticipación. Estoy convencida de que Buenos Aires tiene que ser un aportante neto, al igual que Santa Fe y Córdoba. Porque vivimos en un país federal y no en una federación de autonomías. No se puede aportar el 40 por ciento de la masa y reclamar ese 40. Lo que tampoco podía ser es que aportara el 40 y recibiera el 18,3, como cuando dejé el Ministerio de Economía. Es demasiada la brecha. Había que modificarla. Fue un error de gestión a nivel nacional y provincial en su momento. Pero la respuesta de Macri es peor porque ilegitima: quitarle recursos a los jubilados del país para que vayan a la provincia de Buenos Aires, y se acepta reducción de impuestos. Esto implicó una caída en la recaudación. Con 17 millones de habitantes, 39 por ciento de la población, si se ajusta o se deja ajustar estás garantizando la política nacional.

"La Provincia tiene que dejar de ser la que asegure el ajuste a nivel nacional".

¿Cómo se puede plantar la Provincia ante las políticas nacionales en este contexto de crisis?

-Por lo pronto, dejar de ser la Provincia que asegure el ajuste a nivel nacional. Es una provincia importante en términos del producto bruto y esta cantidad de habitantes te permite que la macroeconomía provincial asfixie a la región y al país o logre frenar el efecto de la política nacional.

¿Por ejemplo?

-Por ejemplo, poner como meta que no pierdan capacidad de compra los salarios de los 600 mil empleados públicos, por su efecto multiplicador en pymes y comercios del Conurbano. Hoy hay un cordón industrial que se transformó en un cordón de óxido.

¿Qué opina de los anuncios de la gobernadora Vidal para reactivar el consumo?

-Comparto la idea de una Ley de Góndolas, aunque venga de un partido político que rechazó siempre la intervención del Estado en el sector privado. Entiendo que la discusión debe ser más amplia, como en Francia, en donde se regula desde el precio final hasta la rentabilidad de los distintos eslabones productivos. En cuanto a los otros anuncios, me preocupa la salud del Banco Provincia para financiar estas medidas, ya sean los descuentos con la tarjeta, las pymes o los créditos UVA. El problema es que para este tipo de políticas se necesitan ingresos, pero la Provincia viene con recursos en picada.

"Hoy hay un cordón industrial que se transformó en un cordón de óxido".

¿Discutiría los 10 puntos de Macri?

-No habla de crecimiento y desarrollo y, en ese sentido, va en línea con el Fondo Monetario de restarte autonomía política. Esto es lo mismo que planteó Cambiemos en 2015 y que ahora pretende que la oposición le dé el visto buenos. Tampoco hay una invitación a sentarse a charlar y ver puntos distintos. No puede ser que el objetivo de una sociedad como meta social sea el equilibrio fiscal. Es patético. Estamos de acuerdo en tener una macroeconomía saludable y eso implica un equilibrio total, no solo primario (incluyendo intereses). El tema del empleo lo plantea en términos de modernidad, que es un eufemismo a la reforma laboral. Son puntos que exige el Fondo para negociar una extensión de los plazos, como la reforma previsional.

"Me preocupa la salud del Banco Provincia para financiar estas medidas, ya sean los descuentos con la tarjeta, las pymes o los créditos UVA".

¿Va a haber que renegociar con el Fondo?

Va a haber una negociación antes o después con el Fondo. Se tiene que pagar 150.000 millones de dólares en cuatro años y el superávit, en el mejor de los casos se puede ubicar este año en torno 5000 millones. Sí o sí hay que renegociar.