Un Milei desaforado llenó de insultos La Plata: “Kicillof es un pelotudo y un zar de la miseria”
El Presidente lideró un Congreso libertario en PBA y sacó a relucir su arsenal de improperios: “El pichón de Stalin tiene dificultades para hacer un cero con un vaso”. Las elecciones y el “Waterloo” de LLA.
El Salón Vonharv rebalsó de vulgaridad esta tarde de la mano de nada menos que el presidente Javier Milei, cuya versión más desequilibrada llenó de insultos e improperios La Plata en ocasión del Congreso libertario que encabezó el Jefe de Estado con ministros nacionales y dirigentes bonaerenses de cara a las elecciones en la Provincia, a la que calificó como “el último bastión del credo miserable del Estado”. Gritos, agitación y ataques al gobernador y líder opositor Axel Kicillof: “Es un pelotudo y un zar de la miseria”.
“Al pelotudo de Kicillof nunca se le pasó por la cabeza bajar el gasto público. Si me corren, creo que tiene dificultades hasta para hacer un cero con un vaso. Es el último zar de la miseria, el heredero de un modelo condenado al fracaso que destruyó todo lo que tocó”, disparó el primer mandatario en el evento de La Libertad Avanza (LLA) realizado este jueves en la capital de la Provincia, donde el cuadro oficialista nacional busca consolidar su armado para darle la batalla al peronismo de visitante.
En ese sentido, tanto Milei como los dirigentes presentes insistieron en denominar la cruzada como un “Waterloo”, aunque no especificaron si ellos estarían del lado de Prusia -el local- o del de Napoléon Bonaparte -que finalmente perdió-. Sea como sea, el Presidente intentó embeber de mística la aventura libertaria y llamó a sus punteros a “teñir toda la Provincia y luego todo el país de violeta” ya que “PBA es el último bastión del credo miserable e infeliz que ha sido el modelo del Estado omnipresente en la Argentina”.
En otro tramo de su desaforado discurso, Milei aseguró que “el soviético” Kicillof es “el pichón de Stalin” y hasta “suma con dificultad”, mas “no tiene el monopolio de la pelotudez”, ya que en el peronismo “hubo otros” con ese atributo. Enardecido y entusiasmado por los aplausos de su propio Gabinete, el Presidente siguió: “Tenemos por delante una batalla histórica y debemos estar a la altura de las circunstancias. Tenemos la tarea de llevar el modelo de la libertad a la Provincia de Buenos Aires, donde la sociedad exige un cambio”.