Corren horas definitorias para el futuro del peronismo bonaerense y las fricciones entre sectores crecen más que los intentos de unidad. A dos semanas del cierre de alianzas que determinará si hay lista de unidad o caminos separados, el Movimiento Derecho al Futuro de Kicillof y el PJ de Máximo Kirchner pulsean por quién impone las bases de una negociación aún en pañales.

En ese contexto, este martes se dieron dos movimientos que parecían acercar posiciones. Por un lado, el PJ provincial salió temprano a criticar a Javier Milei por el veto a Bahía Blanca. Polarizar con el Gobierno nacional defendiendo los intereses y la gestión de la PBA es la línea que Kicillof le reclama a sus aliados. Horas más tarde, la vicegobernadora Verónica Magario desempató una votación a favor de un proyecto de ley presentado por el cristinismo para habilitar la reelección indefinida de legisladores provinciales, concejales y consejeros escolares en los municipios.

La media sanción llegó tras lo que parecía un nuevo fracaso. Cerca de las 15 el Senado bonaerense no logró el quórum para sesionar y parecía que el proyecto caería por segunda vez consecutiva. La rosca se destrabó hacia la noche y la iniciativa presentada por los senadores Luis Omar Vivona y Teresa García cosechó 22 votos a favor, 22 en contra y una abstención, resultando aprobada finalmente por el voto de Magario. Los legisladores que responden Kirchner y los que reportan a Kicillof votaron la medida, que a su vez tuvo fuertes críticas y resistencias por parte del massismo y el Frente Patria Grande de Juan Grabois.

Una parte del kicillofismo criticó la reelección indefinida y la tildó de “ley Tignanelli”

Pero lo llamativo es que la luz verde que le dio el Ejecutivo provincial al proyecto no se vio correspondida con otras demandas que Kicillof tiene hace tiempo sobre el bloque legislativo que preside Facundo Tignanelli, hombre fuerte de Máximo Kirchner. Por ejemplo, se especulaba que finalmente la Legislatura podía votarle al gobernador el endeudamiento que viene reclamando, o  incluir a los intendentes en la reelección indefinida, otro planteo que esgrime el MDF. Nada de eso sucedió, y el cristinismo se llevó un triunfo político sin costo aparente en la interna con el armado del gobernador.

Esto no pasó desapercibido en las filas kicillofistas. “Es una norma a medida de La Cámpora, la ley Tignanelli”, señalaron a Diagonales desde adentro del MDF, al mismo tiempo que presionan para frenarla en Diputados. El planteo va en consonancia con el devenir de las últimas horas, en las que la alianza entre Máximo Kirchner y Sergio Massa intenta hegemonizar a  través del PJ las definiciones del posible frente electoral bonaerense, dejando por ahora a Kicillof fuera de esas discusiones.

Este viernes, por caso, el sector que se denominó “Argentina con Cristina” convocó a una reunión en la sede del PJ nacional a una serie de partidos como el Frente Renovador, Principios y Valores de Guillermo Moreno, Patria Grande de Juan Grabois, Kolina, Nuevo Encuentro y el Frente Grande de Mario Secco. Éste último es el único actor alineado con Kicillof entre los invitados, mientras que el MDF sigue sin ser reconocido en tanto espacio para formar parte de la discusión. A su vez, la agenda del encuentro pasará por discutir acciones relacionadas a la condena ilegítima y proscriptiva contra CFK, cuando desde el kicillofismo insisten en la urgencia por discutir lo electoral

Facundo Tignanelli es uno de los principales referentes de La Cámpora en la PBA, preside el bloque de UP en Diputados y es uno de los legisladores que no podría integrar las listas que deben presentarse el 19 de julio si no se aprueba la ley a la que el Senado ya le dio media sanción. De ahí la denominación de “ley Tignanelli” con la que dentro del MDF hacen referencia al proyecto, que interpretan como un interés político exclusivo del sector de Máximo Kirchner.

Una parte del kicillofismo criticó la reelección indefinida y la tildó de “ley Tignanelli”

Lo cierto es que La Cámpora no sería la única beneficiada por la aprobación de la norma si es que sale, pero sí tendría la posibilidad de que importantes espadas de la organización renueven sus bancas. Es el caso de Fernanda Díaz, también con un asiento en Diputados. Sin embargo, en las filas del gobernador también quedarían habilitadas para volver a presentarse jugadoras importantes de la Cámara Baja provincial, como las diputadas Susana González o Mariana Larroque, hermana del ministro de Desarrollo de la Comunidad y comandante central del kicillofismo.

En el Senado el beneficio sí es más notorio para el cristinismo. Los cuatro senadores y senadoras que no podrían volver a presentarse este año de no salir la ley en cuestión responden a CFK y Máximo Kirchner. Luis Omar Vivona, senador por la Primera, pertenece al armado del intendente de Malvinas Argentinas, Leonardo Nardini, uno de los jefes comunales aliados a Kirchner. Misma situación para Gustavo Soos, jugador del intendente cristinista de Merlo, Gustavo Menéndez. Por su parte, María Elena Defunchio es militante de La Cámpora, y Gabriela Demaría también juega en las filas de Teresa García y CFK.

El kicillofismo tenía un elemento de presión y negociación con este proyecto, vital para las aspiraciones de La Cámpora y el cristinismo bonaerense. Parte del MDF considera que fue un error perder esa carta, justo cuando del otro lado de la grieta peronista aprietan el acelerador para marcar la cancha en las negociaciones. El costo político de la medida lo paga Kicillof y la capitalización es para Máximo, interpretan. El proyecto aún debe pasar por Diputados, en medio de la maraña de discusiones y roscas irresueltas entre el kicillofismo y el cristinismo. Corre el tiempo de descuento para llegar a un acuerdo electoral, las trabas se multiplican y los acercamientos brillan por su ausencia.