La red de espionaje macrista destapada por la Agencia Federal de Inteligencia a nivel nacional tiene su paralelo en la Provincia de Buenos Aires, en un caso que pasó con cierta inadvertencia pero que complica a la figura de María Eugenia Vidal. En esta ocasión, la Justicia denegó la eximición de prisión de Guillermo Berra, ex responsable de Asuntos Internos de la Provincia y hombre íntimo de la ex Gobernadora, a quien apuntan como la cabeza de una red de espías en la esfera bonaerense.

Vidal cada vez más complicada por el caso de espionaje bonaerense

Fue el juez Guillermo Atencio quien firmó ayer el documento -al que accedió Diagonales- que denegó la solicitud de excarcelación de Berra, hoy imputado bajo la figura de “abuso de autoridad” y señalado por ser artífice de “investigación ilegal de civiles y funcionarios de las más altas jerarquías, la de los registros de la máxima autoridad judicial de la provincia”. En tanto, la cercanía de Berra a Vidal ubica a la ex mandataria en un lugar complicado dentro del entramado de espionaje e inteligencia contra policías, fiscales, jueces, intendentes y referentes políticos.

Vidal cada vez más complicada por el caso de espionaje bonaerense

Tal como informó Diagonales, la investigación comenzó a partir de la denuncia del ex comisario Néstor Omar Martín, quien no sólo señaló a Berra, sino también a su pareja, María Rosario Sardiña. Según Martín, estas personas sostenían un “plan sistemático de persecución y hostigamiento a funcionarios policiales que ejercieron altos cargos”.

Acorde a operativos de investigación ordenados el año pasado por la fiscal Cecilia Corfield, se develó que entre 2016 y 2019 Berra y Sardiña habrían obtenido información y almacenado datos “sobre personas físicas y jurídicas que nada tienen que ver con la esfera de contralor administrativo de la fuerza de seguridad provincial”.

Según las requisas, la lista de presuntos espiados es de alto calibre político. Allí figuran nombre como Mario Ishii, César Melazo, Juan Pablo Mussi, Fernando Espinoza, Sergio Maldonado y hasta quien era jefe de asesores del propio Cristian Ritondo, Marcelo Rochetti.

En tanto, en el expediente judicial también se investigan presuntas tareas de inteligencia realizadas sobre la fiscal de juicio de La Plata, Silvia Langone, quien representó al Ministerio Público en el debate oral por la triple fuga de General Alvear.

Este caso pone a Vidal en un terreno delicado, en un momento clave donde Juntos por el Cambio transita un proceso tanto de reordenamiento de liderazgos y cuadros políticos de cara a las próximas elecciones, como también fuertes discusiones internas por la red de espionaje hacia adentro mismo de la coalición. En tanto, una eventual mancha judicial en la figura de Vidal sobre este caso podría tener efectos graves en el futuro político de la ex gobernadora que ahora evalúa volver a disputar el poder.