A una década de la segunda desaparición de Julio López, el caso sigue impune, sin detenidos y nada se sabe. En la ciudad de La Plata, miles de personas, identificadas con organizaciones políticas e independientes marcharon por las calles de la ciudad para mantener vivo el reclamo y exigir "basta de impunidad".

Poco importó el mal tiempo, y la lluvia que amenazaba a los presentes esperó hasta el final para cerrar la jornada de reclamo y memoria. Organizaciones de derechos humanos, de izquierda y peronistas marcharon juntas hasta la Plaza San Martín ubicada en calle 7 y 51, y frente a Gobernación hicieron oir su reclamo.

Aquel 18 de septiembre de 2006 todo era incertidumbre durante las primeras horas de su ausencia y hasta se barajó la posibilidad de que se hubiera perdido, aunque el tiempo se encargó de echar por tierra ese hipótesis y hoy, en 2016, ya son diez años que nada se sabe.

Julio López era una pieza clave para la reconstrucción de los crímenes cometidos en el tristemente célebre "Circuito de Camps". Su memoria estaba intacta y en su primera intervención ante la Justicia contó de manera cruda cómo ejecutaron a sus compañeros de celda Patricia dell 'Orto y a su esposo, Ambrosio de Marco.

El nombre clave es el del represor Miguel Etchecolatz, identificado por López como parte de los que lo secuestraron en 1976. El ex Jefe policial sigue en la cárcel, solicitando el beneficio de la prisión domiciliaria, algo duramente cuestionado por organizaciones de derechos humanos.

A diez años de su segunda desaparición, en un clima de unión entre los manifestantes, se escuchó un sólo reclamo "basta de impunidad y aparición de Jorge Julio López".