La voz siempre fue un espejo de la personalidad, hasta un reflejo del alma en el vocabulario de los mas románticos; siempre se habló de su poder de seducción, del nivel de seguridad que transmite y hasta de su vinculación con el éxito; y naturalmente, en un nivel más amplio se la relaciona directamente con la presencia o el grado de carisma.

Pero un estudio de la Universidad de McMaster en Canadá publicado en la revista Personality and Individual Differences, que ofrece una visión de la evolución de la voz humana y cómo elegimos a nuestros compañeros, silenció el mito de la gravedad de la voz masculina y su éxito con las mujeres para descubrir que las voces masculinas menos graves son más atractivas.

"El sonido de la voz de una persona puede afectar la manera en que pensamos de ellos," explica Jillian O'Connor, estudiante postdoctoral en el Departamento de Psicología, Neurociencia y Comportamiento y autor principal del estudio. Si bien, esta característica de la voz genera mayor atracción, también se relaciona con la infidelidad.

Es decir, que las voces masculinas de tono más bajo pertenecerían mayoritariamente a las personas infieles, pero el estudio demuestra que las mujeres optan por ellas sabiendo o intuyendo esta cuestión y que, por lo tanto, la selección es para relaciones de corta duración porque temen al engaño.

"Hasta ahora, ha sido claro por qué a las mujeres les gustan las voces de los hombres que las podrían engañar. Sin embargo, se encontró que a pesar que las mujeres pensaban que estos hombres serían capaces de engañarlas, priorizan su atracción y se despreocupan de la infidelidad en relaciones cortas , señala el científico.

Para el estudio diversas mujeres escucharon voces manipuladas electrónicamente para que sonaran más o menos fuertes y eligieran cuál le atraía mas, y a la par cuáles creían que eran más propensas al engaño por lo cual no serían compatibles para el matrimonio; entre las cuales hubo coincidencia.

Los comportamientos humanos son resultado de su interacción con el cambiante entorno "Las consecuencias de la infidelidad son muy altas, ya sean emocionales o financieras, y esta investigación sugiere que los seres humanos han evolucionado con un mecanismo de protección para evitar a largo plazo las derivaciones del engaño", concluye el investigador.