Brasil hoy entre el impeachment y las elecciones presidenciales
Actualidad económica y política del país vecino a más de un año del impeachment a Dilma Rousseff. ¿Similitudes con Argentina?
El 12 de Mayo de 2016 asumía la presidencia de Brasil, Michel Temer, luego de que se aprobara la destitución de Dilma Rousseff, acusada de corrupción por un sector del Congreso. Un año después, ¿cómo está el país?
En lo que va de su mandato, el actual Presidente ha llevado adelante medidas económicas de tinte neoliberal que no han tenido resultados favorables para la población, especialmente en lo que refiere a la generación de empleo. Según señala el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas, desde noviembre de 2016 al primer trimestre de 2017 se han generado 3,3 millones de nuevos desempleados.
En los últimos días, se aprobó en el Senado la reforma laboral impulsada por el oficialismo, la cual se enfrenta a un gran rechazo masivo por parte de la población, ya que la misma es considerada un intento de flexibilización laboral. Según las principales centrales sindicales, la ley es un "retroceso social y un atentado contra derechos adquiridos por los trabajadores".
No obstante, desde los principales medios de comunicación de Brasil, la tapa de las últimas semanas giró en torno a la condena de 9 años y medio de prisión dictada a Lula da Silva, quien justamente es el dirigente político que se posiciona en primer lugar en la intención de voto de los brasileros de cara a las elecciones presidenciales a realizarse el próximo año. ¿Casualidad o causalidad?
Pareciera ser que en Brasil la grieta se ha transformado también en una herramienta política para encaminar la atención de la opinión pública hacia otros personajes políticos y hacia otras problemáticas que no tengan que ver con el análisis de la gestión del actual gobierno, la cual hoy por hoy arroja números desfavorables.
Así lo confirma la última medición realizada por la consultora Vox Populi, la cual señala que Michel Temer tiene una popularidad de tan solo 7%, mientras que el ex Presidente Lula da Silva presenta una intención de voto del 44%. Números que a simple vista señalan la decadencia del actual Gobierno y el posicionamiento de Da Silva como la principal alternativa de cara a las elecciones presidenciales del próximo año.
La realidad es que en medio de la contienda política se encuentran los ciudadanos brasileros, los cuales, si bien se encuentran divididos en lo que refiere a la elección política, son la principal víctima de las medidas económicas adoptadas por la gestión actual.
En una coyuntura donde, por un lado, se acrecienta la tensión social a causa de la crisis económica y, por otro, Lula Da Silva sigue creciendo en las encuestas, parece que al actual Gobierno Nacional se le acaba el tiempo, ¿y las opciones?