Ante un nuevo aniversario del comienzo de la guerra de Malvinas, resulta imposible no reflexionar sobre los hechos sucedidos, no sólo para que no vuelva a ocurrir que tengamos que enviar a nuestros hijos a un conflicto armado sin sentido, sino para que estemos atentos a los contextos que van uniendo las piezas como si se tratara de un terrible rompecabezas para que las sociedades caigan en esas trampas.

La dictadura argentina estaba agotada y necesitaba una causa que uniera a todos detrás de ella: recuperar la soberanía sobre las Islas Malvinas fue la excusa planeada para unificar una sociedad dividida, atemorizada y que no encontraba salida a la crisis política y económica a la que aquel gobierno autoritario impuesto desde 1976 ya no daba respuesta.

Así, aquel 2 de abril de 1982, las tropas argentinas desembarcaron en las islas y comenzó una guerra que dejó 649 soldados argentinos muertos. Margaret Thatcher, por su parte, atravesaba el desgaste de su gobierno de ajustes y recortes, lo que provocó la caída en picada de la imagen de su gestión y encontró en el enfrentamiento con la Argentina una posibilidad de darle “aire” a la situación terminal que vivía.

Estos fueron los hechos y los personajes. Sin embargo, es preciso hacer foco en que nuestro compromiso desde la política es para con esos hombres y mujeres que dejaron su vida en aquellas islas, para quienes regresaron como sobrevivientes de la tragedia y para nuestra historia como país porque la recuperación de Malvinas es una causa pendiente que debe ser resuelta por la vía diplomática. De ello, ya no hay duda alguna.

Mucho se podrá opinar a 36 años de ese terrible conflicto bélico que se recrudece como una herida abierta cada 2 de abril.

Por eso, con el mayor de los respetos hacia los sobrevivientes y sus familias que hoy reviven esa fecha con todo el dolor que ello significa, es preciso recordar también que para que nuestra soberanía nacional no se vea menospreciada hay que continuar con el proceso de identificación de los soldados caídos en Malvinas.

La restitución de identidad y toda acción en defensa de los derechos de los soldados, combatientes caídos y sus familiares, forman parte del sostén de la Memoria, la Verdad, la Justicia y la Soberanía que debemos construir en paz y colectivamente. Y así debemos hacerlo hoy y todos los días.

 *Diputada provincial por la Quinta Sección Electoral, presidenta del Bloque Convicción Peronista. Twitter: @a_martinezmdp