No caben dudas de que no fueron errores. La política económica basada en el crecimiento del mercado interno con protección de la industria nacional y la mejora del poder adquisitivo de los salarios, ha tenido un gran punto de inflexión desde el momento en que asume la Coalición gobernante el 10 de Diciembre de 2015. No solo se intenta pulverizar la producción local mediante el incremento de las tarifas y la apertura indiscriminada de importaciones (entre otras medidas regresivas), sino que también el gobierno de Cambiemos ha venido desalentado el consumo de bienes y servicios por parte de la clase trabajadora.

La pesada herencia del Programa Ahora 12 vino para quedarse en el gobierno de Mauricio Macri, pero el beneficio ha durado solamente 13 meses, ya que a partir del 1º de Febrero se dio por finalizado las compras en doce cuotas sin interés. No solamente han eliminado esta política orientada a dinamizar el consumo de las clases medias y bajas, sino que el Programa Ahora 18 quien fue implementado por este mismo Ejecutivo Nacional desde el  1º de diciembre ha llegado a su fin en solamente dos meses.

Desde el lanzamiento del Programa Ahora 12 en septiembre de 2014 y hasta el mes de diciembre de 2015, el consumo acumuló un crecimiento del casi 5% en cantidades y en valor registro la suma de $ 101.000 millones, con un total de 44 millones de transacciones registradas. Por su parte, en los primeros 10 meses de 2016 las operaciones con este Programa tuvieron un crecimiento anual del 30%.

Desde el 1º de febrero el Gobierno Nacional impulsó la obligatoriedad para los comerciantes de "separar el precio al contado de la opción en cuotas" con la intención dicen de generar "mayor transparencia" en los precios y beneficiar al consumidor.

El Instituto de Trabajo y Economía de la Fundacion German Abdala, considerando solo los precios de contado sobre una muestra de 9529 productos electrónicos en las principales cadenas de supermercados, observó que en los primeros días de febrero menos del 12% de los productos bajaron su precio en un 11,8% en promedio, mientras que casi el 80% mantuvieron los precios que tuvieron durante la última semana de enero. Por su parte, casi el 10% subieron de precio en un 12% en promedio.

Por el momento no se observan mejoras significativas en los precios al contado. El objetivo del gobierno parece no haberse cumplido, con el costo adicional de haber incrementado el costo del financiamiento en cuotas.

El sistema de precios transparentes por un lado hizo un traslado directo de costos que antes pagaba el Estado (a través de subsidios) hacia el consumidor, y por otro lado y en términos analíticos se acentuó el negocio financiero ya que las empresas dejarán de vender los productos y comienzan a vender "dinero". En los supermercados últimamente no solo se encuentran los carteles con las opciones de las  tarjetas de crédito para transparentar la financiación (donde el CFT total es lo que más importa que sepa el consumidor), sino que ahora además se "cuelga" la opción de la tarjeta del supermercado, y es algo que viene a favorecer claramente el negocio financiero de estos centros masivos de compras. El claro objetivo sería aumentar los costos de financiación y beneficiar a las tarjetas de crédito.

Tanto las grandes cadenas de supermercados como los pequeños comerciantes muestran una multiplicidad de opciones para comprar financiado, pero esto no solo marea y confunde a la gente, sino que también desalienta la compra de bienes durables principalmente (como por ejemplo, los electrodomésticos). Estos productos necesariamente tienen que ser adquiridos en cuotas ya que por el alto valor que representan se imposibilita comprarlos en un solo pago. En este sentido, el discurso del gobierno de comprar al contado pareciera ser muy ingenuo.