Según una encuesta realizada en el 2018 por el Observatorio Julieta Lanteri con el apoyo de la Friedrich-Ebert-Stiftung (FES) y FUNDECO, 9 de cada 10 mujeres reconoce haber sufrido violencia en el ámbito de la política, en donde la exclusión en la toma de decisiones, el uso de la palabra y la desigualdad en la distribución de las tareas políticas son manifestaciones de violencia que mantienen una proporción muy alta y es una de las violencias más comunes que circulan en esos ámbitos. La mayoría de las encuestadas coincidieron en señalar que los varones son los que ocupan cargos de conducción, los que hablan públicamente y son más escuchados y valorados por ser varones. Las mujeres somos las que hacemos, le ponemos el cuerpo diariamente a la militancia y nuestras opiniones muchas veces no son tenidas en cuenta.

En el año 2018 la valiente denuncia de Thelma Fardin junto al Colectivo de Actrices Argentinas de abuso sexual al actor Juan Darthes, habilitó, reavivó, incentivó y animó a muchas mujeres y disidencias a contar y hacer públicas diferentes situaciones de violencia machista a lxs que se vieron expuestas y fueron sometidas a lo largo de su vida, y el mundo de la política no fue ajeno a esta marea.

La violencia contra las mujeres y disidencias en política es un fenómeno persistente, extendido, y que no distingue color políticoDesde la denuncia penal al senador de La Pampa Juan Carlos Marín, realizada por una empleada del Congreso de la Nación, comenzaron a sucederse denuncias de acoso y abuso sexual a senadores, diputados, funcionarios y referentes políticos de distintos bloques y partidos, la última que trascendió fue la denuncia por abuso sexual a Manuel Mosca, presidente de la Cámara de diputados de la provincia de Buenos Aires. Según datos de la misma encuesta:

  • El 73% de las mujeres encuestadas alguna vez se sintió incomodado con comentarios sexuales en ámbitos políticos.
  • El 33% fue víctima de contacto físico no deseado por un colega en un ámbito político. 
  • Otro 14% sintió alguna vez miedo de ser abusada sexualmente en un ámbito político.

La misoginia, la ridiculización, el maltrato verbal, la violencia online, el acoso, las insinuaciones, las demostraciones excesivas y no consentidas de cariño, el abuso sexual, son solo algunas de las cosas que nos suceden y a las cuales nos enfrentan muchas de las mujeres que hacen política (desde las militantes, hasta las funcionarias). Las mujeres, lesbianas, travestis, trans y no binaries tenemos mucho para decir y aportar. Las movilizaciones masivas del Ni una menos, los Paros Internacionales feministas y las históricas jornadas por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito son sólo una muestra de nuestra capacidad de movilización e incidencia política. Somos parte de un movimiento que supo construir referencias feministas en las organizaciones mixtas, surgidas al calor de una lucha que se masificó hace unos años, obteniendo la Ley de Paridad como un gran avance hacia la participación política igualitaria, y que a través del hashtag #feministasEnLasListas reclamamos mayores y mejores lugares en los armados políticos electorales.

En este marco, desde el Observatorio Julieta Lanteri impulsamos la campaña No Son las Reglas, Es Violencia para visibilizar la violencia machista y a la imperiosa necesidad de contribuir a despatriarcalizar las prácticas políticas. En un país como el nuestro, con tantos avances en materia normativa y legal, es preciso que los traslademos a nuestras prácticas y removamos los patrones socioculturales patriarcales impregnados en la política. Que el feminismo tenga un rol destacado en la política es condición necesaria, y también posible, porque la incorporación de las mujeres y disidencias en la política es un proceso transversal que empezó con la Ley de cupo, se amplió con la Ley de Paridad de género y se va a fortalecer y profundizar cuando erradiquemos la violencia machista de la política.

*Doctora en Ciencias Sociales UBA - Docente Investigadora Área Estado y Políticas Públicas - FLACSO Argentina. En colaboración con Karina Iummato, Profesora de Antropología  UBA, y Coordinadora del Observatorio de Violencia contra las Mujeres y Disidencias en política "Julieta Lanteri"