La Justicia de Garantías de Quilmes dictó la prisión preventiva de la agente Eliana Heidenreich, imputada por del “homicidio calificado por ser miembro de una fuerza de seguridad y por el uso de arma de fuego” del preso Federico Rey (23). La decisión también recayó sobre el prefecto mayor Gabriel Bergonzi y el subprefecto Gastón Abila, quienes se encuentran acusados por el “encubrimiento agravado” del homicidio.

Los tres miembros del Servicio Penitenciario Bonaerense fueron detenidos el 28 de abril, seis días después de la protesta carcelaria registrada el 22 de ese mismo mes en la Unidad 23 de Florencio Varela. Las primeras versiones sobre la muerte de Rey fueron confusas, incluso se hablaba de heridas de arma blanca y una disputa entre los mismos internos. Finalmente, la autopsia reveló que el joven de 23 había fallecido de un disparo con balas de plomo. 

Por su parte, los abogados defensores de los agentes acusados de encubrimiento habían presentado un pedido de libertad por falta de mérito, que fue rechazado por el juez Adrián Villagra dado que consideró que ambos deben permanecer bajo prisión preventiva debido a “las características del evento investigado” y que al tener un nivel jerárquico en la fuerza “existe la posibilidad” de que puedan “entorpecer el curso del proceso”.

En relación a Heidenreich, el magistrado entendió que “la magnitud de la pena en expectativa que emerge a la luz de la figura reprochada, reviste entidad suficiente como para sustentar, en el particular, la idea de peligro procesal”. Asimismo tuvo en cuenta “la violencia de la conducta desplegada por la encartada, utilizando armas para mayor poder intimidatorio” y mencionó que al momento de efectivizarse la orden de allanamiento y detención “no se hallaba en su domicilio en violación a la manda del DNU Nro. 297/2020” que impone el aislamiento obligatorio por el Covid-19.

Tras una pesquisa llevada adelante por la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada 9 de Florencio Varela, a cargo de la fiscal Giménez, y que contó con información aportada por Asuntos Internos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos provincial, se determinó que los tres habían estado involucrados en el episodio. La evidencia apunta a que Heidenreich fue quien disparó efectivamente el arma de fuego, mientras que  Bergonzi y Abila participaron de una maniobra para ocultar o hacer desaparecer los cartuchos servidos disparados contra Rey.