Con habitualidad vemos como dos personas discuten inútilmente, y este puede ser el comienzo de un camino sin retorno. Amigos, parientes, o simplemente conocidos ocasionales suelen enfrentarse solo por tratar de imponer "su verdad". Tendrán o no razón, podrán decir la verdad en todo o en parte, difícilmente se encuentre una vía de comunicación o entendimiento, sino apartan el ego de esa circunstancia. Bueno, esto parece suceder entre  Cristina Kirchner y Claudio Bonadío, uno avanza con investigaciones judiciales y la otra parte denuncia persecución política y mediática.

Es habitual y frecuente que siempre busquemos la culpa en el otro, pero nunca asumimos nuestros errores, obviamente a nadie le gusta disculparse, pedir perdón, solo porque el ego no se lo permite. Sin duda alguna, la relación entre Bonadío y Cristina, no es una relación más entre un Juez y un imputado, ellos podrán argumentar que si pero no lo es. Los jueces tienen un enorme poder, mucho más que un presidente, a modo de ejemplo un juez puede allanar el dormitorio presidencial, un presidente no puede ingresar al despacho del juez.

En el camino se agregan actores secundarios, fiscales, defensores, denunciantes y demás, pero en la escena final están juez e imputado. Cristina Kirchner denuncia persecución judicial y mediática, una causa penal termina cuando la última instancia confirma culpabilidad o inocencia, en el transcurso del tiempo pueden pasar muchas cosas, fundamentalmente en los oscuros pasillos del poder se decide la suerte de los ex funcionarios y aun así nunca está dicha la última palabra.

Buena parte del caudal político de Cristina Kirchner, sea más por errores y horrores del actual gobierno, que hace que miremos con nostalgia el pasado, el presente es agobiante, desempleo, inseguridad, desconcierto ante un futuro lleno de realizaciones que cada vez queda más lejano.

Los oscuros pasillos del Poder Judicial, y con mayúsculas, pueden deparar sorpresas para cualquiera, pero solo en su propio beneficio, raras veces busquen el bien común. Por eso, tal vez, la causa Los Sauces, donde también se investiga a los hijos del matrimonio Kirchner, tenga algo de eso, que es mantener a Cristina como la mala y enfrente a los buenos, no tan buenos, Cambiemos.